lunes, 8 de enero de 2018

Por negligencia de médicos del Hospital General de Zona 98, en Coacalco, falleció paciente de la 3ra, edad

El pasado sábado 6 de enero, por presunta negligencia médica un paciente del Instituto Mexicano del Seguro Social falleció, pues le hicieron creer que le habían extirpado un riñón y tumor.
Los hechos ocurrieron cuando el derechohabiente identificado como Carlos González Olvera acudió al Hospital General de Zona, número 98, en el municipio de Coacalco, Estado de México, donde los médicos le "diagnosticaron"  un padecimiento renal, por lo que tendría que operarse para extirparle un riñón y un tumor, días posteriores presuntamente lo operaron y fue dado de alta para convalecer en su domicilio.
Luego, los médicos de ese hospital regional lo canalizaron a la especialidad de Urología del Centro Médico La Raza para continuar con su tratamiento y rehabilitación, pero esto no ocurrió ya que su salud se deterioraba a pasos acelerados, pues sufría de dolor abdominal intenso, inflamación, problemas para respirar, fiebre, vómito y no toleraba el alimento.
De esta manera, el hombre de 69 años de edad, se presentó en el área de urgencias del hospital de zona 98, donde después de diversos exámenes –incluido una tomografía–, le diagnosticaron que aún tenía el órgano dañado y el tumor intacto, pues jamás fueron extirpados, y que la supuesta operación fue sólo una incisión para realizar una biopsia, cuyos resultados hasta la fecha no han sido entregados.
Por lo que la víctima presentó una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), por la presunta negligencia médica por atentar contra el Derecho a la Salud y el Derecho a la Vida, situación que puede constituir un grave delito de omisión.
La Fundación “No Más Negligencias Médicas” encabezada por Fernando Avilez Tostado reprobó la conducta de médicos del IMSS, quienes engañaron al paciente haciéndole creer que había sido operado para extirpar un riñón y un tumor, por lo que adelantó que presentó ya denuncias de carácter civil y penal contra los médicos que lo atendieron debido a que la conducta podría tipificarse como homicidio culposo, y exigió al director general del IMSS, Tuffic Miguel Ortega, ordenar una investigación interna con el propósito de deslindar responsabilidades y resarcir los daños y perjuicios provocados a la familia de la víctima.

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