Van a perdonar los términos en que voy a redactar lo siguiente, dos puntos: Todos esos perredistas que están ladrando por la suntuosa boda fifí llevada a cabo en Puebla, Puebla, deberían de dar gracias a Dios que les están poniendo en charola de plata la oportunidad de reconstruir el PRD y aprovechar para demostrar que no serían iguales, aunque eso habría que verlo, a quien le dan pan que llore; sólo Jesucristo venció la tentación cuando el diablo le ofreció todo a cambio de que le adorará, por lo demás, la mayoría somos humanos deseosos de poder y gloria. Los perredistas deben superar su derrota y envidia, la neta y ponerse a reconstruir el partido que fue incapaz de lograr la cuarta transformación de México, porque le faltó líder, Cárdenas y cuando lo tuvieron en sus filas, AMLO, lo denostaron, despreciaron y fueron sus peores enemigos, a instancias de unos líderes vendidos, ¡pa! que no es más que la verdad; el PRI no necesitó meter las manos para pretender hacer caer a AMLO, sus mismos correligionarios lo intentaron, pero les falló; ahora lloran su derrota y destilan envidia, que si fuera tiña, y persisten en sus denostaciones contra quien, les guste o no les guste, ya tiene la sartén por el mango y freirá sus huevos a su antojo. Cálmense, tranquilos, déjenlos ser, ustedes pónganse a reconstruir el partido, asuman con humildad su derrota, que no es de ustedes, sino de sus dirigentes que vendieron al PRI y al sistema los anhelos suyos y del pueblo que encontró en AMLO, como lo dice su eslogan: “la esperanza”. Lo más seguro es que venga el desengaño según barrunta lo que se está viendo. Que la derrota los haga sacar la casta, desechen a sus líderes vendidos, convenencieros y traidores; no necesitan cambiar de partido, siglas o colores, sino de líderes; mientras los mismos ojetes, salvo algunas honrosas excepciones, los mangoneen y busquen sólo sus intereses personales, seguirán las tránsfugas y el descrédito del PRD entre el pueblo. No se alucinen, Nezahualcóyotl no es todo México ni Juan Zepeda el guey que sacará de la barranca al PRD. Hay jóvenes dentro del PRD que podrían tomar los liderazgos, pero no se avientan, parece ser que les faltan lo que ustedes se imaginan o dinero; pero, aun así, ánimo chinga; hasta se parecen a la llorona, chale, me dan ganas de darles un coco, dicen que es bueno para las lombrices. Si tienen tele hay se ven en la boda fifí. Vale
martes, 2 de octubre de 2018
Picando la Salsa
Van a perdonar los términos en que voy a redactar lo siguiente, dos puntos: Todos esos perredistas que están ladrando por la suntuosa boda fifí llevada a cabo en Puebla, Puebla, deberían de dar gracias a Dios que les están poniendo en charola de plata la oportunidad de reconstruir el PRD y aprovechar para demostrar que no serían iguales, aunque eso habría que verlo, a quien le dan pan que llore; sólo Jesucristo venció la tentación cuando el diablo le ofreció todo a cambio de que le adorará, por lo demás, la mayoría somos humanos deseosos de poder y gloria. Los perredistas deben superar su derrota y envidia, la neta y ponerse a reconstruir el partido que fue incapaz de lograr la cuarta transformación de México, porque le faltó líder, Cárdenas y cuando lo tuvieron en sus filas, AMLO, lo denostaron, despreciaron y fueron sus peores enemigos, a instancias de unos líderes vendidos, ¡pa! que no es más que la verdad; el PRI no necesitó meter las manos para pretender hacer caer a AMLO, sus mismos correligionarios lo intentaron, pero les falló; ahora lloran su derrota y destilan envidia, que si fuera tiña, y persisten en sus denostaciones contra quien, les guste o no les guste, ya tiene la sartén por el mango y freirá sus huevos a su antojo. Cálmense, tranquilos, déjenlos ser, ustedes pónganse a reconstruir el partido, asuman con humildad su derrota, que no es de ustedes, sino de sus dirigentes que vendieron al PRI y al sistema los anhelos suyos y del pueblo que encontró en AMLO, como lo dice su eslogan: “la esperanza”. Lo más seguro es que venga el desengaño según barrunta lo que se está viendo. Que la derrota los haga sacar la casta, desechen a sus líderes vendidos, convenencieros y traidores; no necesitan cambiar de partido, siglas o colores, sino de líderes; mientras los mismos ojetes, salvo algunas honrosas excepciones, los mangoneen y busquen sólo sus intereses personales, seguirán las tránsfugas y el descrédito del PRD entre el pueblo. No se alucinen, Nezahualcóyotl no es todo México ni Juan Zepeda el guey que sacará de la barranca al PRD. Hay jóvenes dentro del PRD que podrían tomar los liderazgos, pero no se avientan, parece ser que les faltan lo que ustedes se imaginan o dinero; pero, aun así, ánimo chinga; hasta se parecen a la llorona, chale, me dan ganas de darles un coco, dicen que es bueno para las lombrices. Si tienen tele hay se ven en la boda fifí. Vale
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