• Participan la Comisión de Igualdad de Género, Secretaría
General, Unidad para la Igualdad de Género y Fundación Raquel Berman
• Reconocer a mujeres que han tomado el dolor para
convertirlo en oportunidades: diputada Vences Valencia
La Comisión de Igualdad de Género, la Secretaría General y la
Unidad para la Igualdad de Género de la Cámara de Diputados, así como la
Fundación Raquel Berman, entregaron el Séptimo “Premio Raquel Berman a la
Resiliencia Femenina frente a la Adversidad” a mujeres que compartieron sus
testimonios por la desaparición, asesinato de un familiar y la violencia que
han padecido.
La presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, diputada
Julieta Kristal Vences Valencia (MORENA), expresó su reconocimiento y admiración
a las mujeres que, “con todo lo que han tenido que pasar y sufrir, con el alma
rota, no se detuvieron, no pararon, pero, sobre todo, no callaron y rompieron
el silencio”.
Precisó que con la entrega del premio “queremos celebrar a
las mujeres que han tomado al dolor, la enfermedad y las violencias, para
convertirlas en oportunidades para ellas mismas, pero también para otras
mujeres”.
Sostuvo que las historias narradas muestran que se requiere
de trabajo y determinación para ser agentes de cambio, y crear mejores
condiciones para las generaciones presentes y futuras “porque no queremos que
ninguna mujer, niña o adolescente tenga que pasar por cosas tan atroces”.
La secretaria General de la Cámara de Diputados, Graciela
Báez Ricárdez, felicitó a las ganadoras y externó su reconocimiento a Raquel
Berman y a la diputada Julieta Vences, por hacer posible la entrega de este
reconocimiento y expresó su deseo de que cada año se realice este evento.
Raquel Berman indicó que en los siete años en que se ha
entregado este premio se recibieron más de dos mil 500 relatos y solamente la
tercera parte mostraron signos de resiliencia que se tradujeron en algún grado
de transformación personal y en conductas en beneficio de otras mujeres. Este
porcentaje, agregó, “nos ha producido júbilo, admiración y esperanza de que las
cosas están cambiando para las mujeres en este país”.
Destacó la importancia de leer y estudiar el resto de los
relatos, a fin de conocer los motivos por los que la mayoría de las mujeres
siguen a expensas del machismo. “No debemos condenar a las mujeres aún
encadenadas al patriarcado, no debemos culparlas, sino entenderlas como
víctimas de un sistema familiar y social que las volvió impotentes”.
Subrayó que otro aspecto que han mostrado los relatos es la
frecuencia del incesto infantil y la violencia sexual a niñas y adolescentes
dentro de la familia. Consideró que la justicia legal para las mujeres debe ser
un problema de Estado.
Bertha Elnora Jiménez, directora de la Asociación Mexicana
para la Práctica, Investigación y Enseñanza del Psicoanálisis (AMPIEP), apuntó
que el reconocimiento de la mujer resiliente que se ha otorgado por siete años
consecutivos visualiza un problema de violencia estructural hacia la mujer en
la sociedad. Premiarlas por su capacidad de transformación interna y
recuperarse del trauma, así como participar activamente en la sociedad en favor
de otras mujeres “se vuelve no sólo necesario, sino fundamental”.
Ganadoras del Premio
La galardonada con el primer lugar, Nallely Guarneros, narró
que el 16 de julio de 2019 desapareció su esposo y “ahora soy buscadora de
justicia y de verdad”. Resaltó que este premio lo comparte con sus hijas y su mamá,
“pero también es una forma de reconocer a todas las madres buscadoras, madres
de víctimas de feminicidio, porque las desapariciones tienen muchas finalidades
y trasfondos de violencia, de trata, desigualdad social, pobreza,
discriminación, corrupción e impunidad”.
En tanto, la ganadora del segundo lugar, Norma Andrade,
señaló que han pasado muchos años desde que su hija fue asesinada cruelmente
por desconocidos sin que hasta al momento haya justicia. Sostuvo: “seguimos en
pie de lucha, con más años, pero con mayor experiencia y nada ni nadie nos
detendrá”. Estimó que con este premio se reconoce en la resiliencia una potente
forma de salir de la adversidad porque es una poderosa fuerza que logra
transformar vidas y destinos.
Con el tercer lugar, Natalia Lococo comentó que fue objeto
de agresiones de todo tipo por parte de su pareja, “de un constante maltrato
psicológico, violencia y abuso”. Decidió buscar ayuda en las autoridades y “no
pensé que fuera tan arduo y que pasaría de ser violentada de mi pareja a ser
violentada por las instituciones”. Precisó que tiene más de una década
defendiendo derechos humanos desde su asociación “Ayuda Humanitaria”.
Asimismo, la ganadora del premio juvenil, Brenda Joselyn
Leonel, dijo estar honrada de ser galardonada, pero “me siento indignada por
las impunidades, aunque también muy inspirada por mujeres valientes, fuertes,
poderosas e imparables”.
La también premiada juvenil, Rubí Coello, dijo que las
mujeres indígenas se enfrentan a grandes desafíos que obstaculizan el pleno
disfrute de sus derechos humanos y que la violencia está normalizada por los
propios habitantes. Indicó que es necesario tener traductores en la impartición
de justicia y fiscalías especializadas para atender a quienes hayan sido
violentadas.
Consuelo Valle, quien recibió el premio a la mujer que enfrentó violencia política, destacó que su testimonio “es sólo uno de miles de casos que se dieron en la Guerra Sucia de 1950 a 1990; es la historia reciente de las luchadoras sociales que dieron su vida por un México distinto sin pedir nada a cambio y falta mucho por documentar. Es un reconocimiento a las mujeres de mi generación que dieron su vida, sus hijos y su estabilidad emotiva por un país libre de violencia”.
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