Desalojan las cuevas de Granada ¿para especular?

La Policía ha iniciado a las 07:00 (hora local) de este jueves el desalojo de ocho cuevas en el cerro de San Miguel, después de que el Ayuntamiento de Granada obtuviera la autorización judicial para llevarlo a cabo, tras declararlas en ruina.

Al lugar se han desplazado varias decenas de policías locales protegidos con escudos y cascos que han acordonado la zona, según ha informado el diario local 'Ideal'. Sin aviso ni notificación previa, efectivos antidisturbios han comenzado a desalojar las cuevas, explica David Silvestre, activista de Granada y habitante de una de ellas. "Han venido con nocturnidad y alevosía", insiste, "saltándose todas las legalidades posibles. Aquí están ahora mismo cinco familias destrozadas, con los pocos enseres que han podido sacar, porque no les han dado tiempo para sacar las cosas básicas de las cuevas". Tras el desalojo completo, varias máquinas excavadoras han comenzado a tapiar las cuevas. La organización Stop Desahucios informa en su cuenta de Twitter que en el transcurso de la operación una persona ha sido detenida, mientras que el colectivo LasCuevasResistan señala que cuatro cuevas ya han sido "totalmente destrozadas" por las máquinas excavadoras. La tensión generada entre el Ayuntamiento de Granada y los moradores de estas cuevas por su negativa a abandonarlas comenzó en diciembre de 2013, tras el primer amago de desalojo, que fue frenado por diversos colectivos sociales que se concentraron en el lugar. El Ayuntamiento lo que quiere es limpiar la era, porque detrás lo que hay son intereses urbanísticos e intereses especulativos "El desalojo sería la pérdida de la forma de vida que tenemos aquí en el cerro", se indigna Inma, una estudiante que vive en una de las 8 cuevas (de un total de 54) que el Ayuntamiento está desalojando. Junto a ella vive una comunidad senegalesa que utiliza la cueva como templo para rezar dos días a la semana y donde algunos también se quedan a dormir. El Ayuntamiento de Granada argumentó en su día que el desalojo se debe a que las cuevas han sido declaradas en ruina porque "no reúnen las condiciones de seguridad necesarias para su habitabilidad" y, añaden que piensan rehabilitar la zona como patrimonio cultural. "El Ayuntamiento lo que quiere es limpiar la era, porque detrás lo que hay son intereses urbanísticos e intereses especulativos", explica por su parte Francisco Puertadura, del partido Izquierda Unida, desvelando que lo que está previsto hacer en el cerro de San Miguel (declarado patrimonio de la Humanidad) es un mirador con restaurante, unos centros de interpretación y una serie de alojamientos turísticos. El Cerro de San Miguel, en el Albaicín de Granada, ha sido declarado patrimonio de la Humanidad, y disfruta de la máxima protección, por lo que Silvestre denuncia que la actividad de las excavadoras en la zona es totalmente inaceptable.