jueves, 20 de marzo de 2014
En México trabajan 3 millones de niños sin percibir un salario: Navarrete Prida
David Casas en Monterrey |
De acuerdo a datos del INEGI, en México actualmente hay 30 millones de mexicanos que tienen menos de 14 años y, de esa cifra, el 10 por ciento, 3 millones, realizan alguna actividad laboral sin percibir ningún salario, reveló el secretario del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida.
En una gira por Nuevo León que realizó este miércoles, destacó que lo más preocupante es que de estos 3 millones de niñas y niños, que están en una edad prohibida para realizar trabajo, casi el 40 por ciento no asiste a la escuela porque no tiene la oportunidad de asistir a las aulas para educarse.
El funcionario federal asistió como invitado del gobernador, Rodrigo Medina de la Cruz, y el secretario del Trabajo del estado, Héctor Morales Rivera, a la instalación y toma de protesta de los integrantes de la Comisión Intersecretarial para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y la Protección de Adolescentes Trabajadores en Edad Permitida en el estado de Nuevo León.
Asimismo, junto con el mandatario estatal y Morales Rivera, supervisaron la décima primera edición de Nuevo León Sí Estudia, Sí Trabaja, efectuada en la Nave Lewis del Parque Fundidora, que organiza el gobierno del estado a través de la Secretaría del Trabajo, donde el funcionario federal anunció recursos por 50 millones de pesos para programas de capacitación, autoempleo y colocación de trabajadores para este año en la entidad.
Por la dimensión del problema que ofrece el trabajo infantil en México, Navarrete Prida dijo que quedó establecido el compromiso del presidente Enrique Peña Nieto de enviar al Congreso de la Unión una iniciativa de reforma para elevar de 14 a 15 años, la edad permitida para la contratación del trabajo de niños y adolescentes en el país.
“Ya pasó por la Cámara de Diputados falta la Cámara de Senadores que enviará luego a las legislaturas locales del país, donde Nuevo León será de las primeras entidades en aprobar la reforma constitucional al artículo 123.
“Esto permitirá que México se inscriba a un Convenio internacional que tiene pendiente con la organización internacional del trabajo, para abordar toda la problemática que atañe a este caso”, manifestó.
Se congratuló de la instalación de la Comisión Intersecretarial porque dijo se trata de un órgano que va a permitir combatir un problema que afecta el desarrollo de la niñez y que por tanto compromete su futuro y por ende el de la nación.
“México necesita de mano de obra calificada para impulsar el crecimiento, pero no podemos alcanzar ese objetivo a costa del sacrificio de la infancia, a costa de sacrificar la vida de nuestros niños y nuestras niñas”, declaró.
Con esta convicción, agregó que el presidente Peña Nieto los instruyó a hacer de la agenda para la prevención y rehabilitación del trabajo infantil, un objetivo prioritario de la política laboral nacional, y atender la obligación del estado mexicano para proteger los derechos humanos y el interés superior de la niñez, tal como lo consagran los artículos primero y cuarto de la Constitución general de la República.
“Estamos cierto que en el México que queremos, en el México que hemos venido vislumbrando los niños no deben estar trabajando, los niños se merecen estar estudiando y jugando, para eso es la niñez”, afirmó.
Expuso que una niña y un niño que reciben mejor educación, están mucho mejor preparados para romper el círculo vicioso del trabajo infantil y pobreza, porque sólo a partir de una niñez y juventud educada se garantiza su participación eficaz en un México más productivo y más competitivo.
Dijo que sólo a partir de políticas de educación y de formación, los niños, los adolescentes, tendrán mayores niveles de confiabilidad y mayores garantías y de una eficaz transición de la escuela al trabajo.
Dijo que en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social están conscientes que el trabajo infantil además de vulnerar los derechos de la infancia, no resuelve los problemas de pobreza ni las carencias familiares.
“El dato es revelador: que el trabajo de esos niños no aporta una mayoría sustantiva o una diferencia sustantiva en la calidad de vida familiar, que en el mediano o largo plazo la deteriora”, indicó.
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