jueves, 20 de marzo de 2014

Por qué llamamos Pepe a los José

Existen diferentes teorías, como la del padre putativo, que explican la curiosa derivación hacia el apelativo De Juan Antonio, Juanan. De Manolo, Lolo. De Javier, Javi. Y de José... Pepe. Aunque no parezca que el apelativo tenga mucho que ver con el nombre del que procede, todo tiene una lógica. El día de San José, instaurado por primera vez por el papa Sixto IV en el siglo XV, rinde homenaje a los «Pepes» y, en algunos países, también a los padres. De hecho, la primera teoría sobre la derivación en este hipocorístico viene de este sentido. Como San José era el padre putativo de Cristo, en los misales aparecería como «Sanctus Josefus Pater Putativo Christi» y, habiendo sido abreviado «Pater Putativo» en «P. P.», la gente leía «Sanctus Josephus, P.P. Christi». Después de aquello, que el nombre de José acabase derivando en «Pepe» ahora parece plausible. Sin embargo, no es la única teoría sobre la derivación. También existe otra: antiguamente una de las formas castellanas de José era Josepe, llegando a incluirse en algunos textos de los siglos XV y XVI. Así, al igual que en Italia Giuseppe derivó en Peppe, Beppe o Geppe, en España podría haber derivado por cercanía fonética. Y así se quedaron algunos de los personajes más famosos de la historia e incluso de la actualidad: desde el histórico Pepe Botella, al actor Pepe Sancho, el político Pepe Blanco o el cómico Beppe Grillo. Hoy, los 686.254 hombres llamados con el segundo nombre más popular de España —de una media de edad de 58 años según el INE—, pueden ser nombrados o no por el apelativo, y pueden ser padres o no, pero todos comparten el hecho de que este 19 de marzo, es su día.

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