martes, 8 de abril de 2014

Prácticas de tortura de la CIA justificadas por el exdirector Hayden

El exdirector de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), Michael Hayden, ha defendido las prácticas de tortura de esta agencia, tachando de “emocional” el informe del Senado sobre las técnicas de interrogatorio de la CIA. Hayden hizo referencia a las declaraciones del mes pasado de la presidenta del Comité de Inteligencia del Senado, Dianne Feinstein, sobre las técnicas de los interrogatorios y aseguró que quiere cambiarlas por supuestos "motivos personales". “Esa frase -la motivación para revelar el informe- sólo nos demuestra el sentimiento profundamente emocional que la senadora tiene, pero yo no creo que hable del informe de manera objetiva”, declaró Hayden. Horas después de estas declaraciones, Feinstein defendió en un comunicado que el informe del comité a su cargo es "objetivo", se basa en los hechos y se sostiene por sus propios méritos. A juicio de Feinstein, las cuestionables técnicas de interrogatorios constituyen una mancha en el historial de la Agencia, cuya repetición no deben permitir. La investigación original ha llevado cinco años y consta de 6.200 páginas, en las que se detallan las tácticas de detención en cárceles clandestinas o interrogatorios con ahogamiento simulado de detenidos en la guerras contra el terrorismo islamista. La publicación del documento debe esperar a que el Buró Federal de Investigación (FBI) y el Pentágono revisen que la información no afecta a la seguridad nacional y a que evalúen el impacto que puede tener en los casos pendientes de juicio contra los detenidos más importante de la Base Naval de Guantánamo (Cuba). Jalid Sheij Mohamed, uno de los detenidos más importantes del penal, acusado de ser el cerebro del 11S y sobre el que pende una condena a muerte, pasó desde 2003 tres años en cárceles secretas de la CIA y fue sometido hasta en 183 ocasiones al ahogamiento simulado. Con la llegada del presidente Barack Obama, Estados Unidos puso fin a los interrogatorios forzados, que incluían posturas incómodas, aislamiento, privación de sueño o el uso de perros o música estridente. Algunas de las filtraciones a la prensa, revelan que la CIA ocultó muchos detalles sobre la brutalidad de sus métodos, la existencia de centros de detención secretos, y atribuyó demasiado crédito a sus tácticas de inteligencia, escudándose en que prevenían complots terroristas y salvaban miles de vidas. Mientras tanto, la líder demócrata Nancy Pelosi responsabilizó a Dick Cheney, vicepresidente durante el Gobierno de George W. Bush, de manipular la información en torno a las prácticas de la tortura. Agencias

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