viernes, 20 de febrero de 2015
Farmacéutica pide aprobar el llamado "viagra femenino"
MILENIO WashingtonSprout Pharmaceuticals presentó una nueva solicitud a la Administración de Alimentos y Medicamentos de EU (FDA, por su sigla en inglés) para la aprobación del Flibanserin, un fármaco que estimula el impulso sexual en las mujeres premenopáusicas.
“Los hombres tienen un buen número de opciones para la disfunción sexual, pero no tenemos una para las mujeres”, explicó Cindy Whitehead, consejera delegada de la farmacéutica en un comunicado.
La FDA ha rechazado en dos ocasiones la aprobación de Flibanserin para hacer frente al desorden hipoactivo del deseo sexual (HSDD, en inglés) argumentando que falta evidencia médica y que hay pocas garantías de seguridad.
En esta ocasión, la compañía está ofreciendo más información sobre sus últimos test para validar la efectividad del medicamento, y que algunos ya han bautizado como el viagra femenino.
“Hasta ahora el paradigma de tratamiento para las mujeres con disfunción sexual ha sido, esencialmente, probemos el fármaco que funciona con los hombres, veamos si funciona con las mujeres”, agregó Whitehead.
De acuerdo a los nuevos datos de los estudios de la compañía, con sede en Carolina, el medicamento logró aumentar el deseo en 53 por ciento de las examinadas, redujo sus quejas en 29 por ciento y dobló el número de relaciones sexuales satisfactorias en las 11 mil pacientes testadas.
En defensa de la aprobación de este fármaco, el primero de su tipo, se han sumado grupos de defensa de los derechos de las mujeres, que señalan que la FDA ha elevado el umbral de seguridad aplicada a Flibanserin respecto al que usan para fármacos similares para hombres.
En este sentido se expresó la presidenta de la Organización Nacional por las Mujeres, Terry O’Neill, al indicar que “vivimos en una cultura que ha rebajado históricamente la importancia del placer y deseo sexual de las mujeres, y temo que sea esta actitud cultural la que considere la salud sexual de los hombres como muy importante en detrimento de la de las mujeres.
“Esa es la actitud cultural que quiero asegurarme de que la FDA, aunque sea de manera inconsciente, no haya importado a este proceso de deliberación”, dijo O’Neill en una entrevista en la radio pública NPR.
El fármaco diseñado para las mujeres no se basa en ampliar el riesgo sanguíneo a la zona genital, como con el viagra, sino que busca estimular dos componentes químicos considerados factores de excitación sexual en el cerebro, la dopamina y la norepinefrina; y reducir un tercero, la serotonina, que contribuye a su disminución.
Desde la FDA se han negado estas acusaciones de prejuicio y se han defendido sus dos negativas previas.
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