jueves, 17 de julio de 2014

Víctimas acusan a Mamá Rosa

Tras la detención de Rosa María Verduzco, sus víctimas rompieron el silencio. Un pequeño de once años que ha pasado toda su vida en la casa hogar asegura que “no es una cárcel sino una perrera”. En cada habitación había hasta cinco literas donde el olor a orines y excremento apestaba la ropa tirada. En la bodega, localizada en la parte posterior, se encontraron ataúdes telas y medicinas Los menores rescatados aseguran que en un terreno baldío propiedad de Mamá Rosa fueron sepultados varios compañeros, quienes murieron por las golpizas u abortos que les fueron propinados. Entre los castigos para quienes se portaban mal o no entregaban completo el monto de las donaciones estaba el encierro en un cuarto, donde se les amarraban las manos y se les golpeaba.

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