Enrique Graue Wiechers, rector de la máxima casa de estudios, en una ceremonia protocolaria en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, expuso que hace 50 años el mundo era muy distinto para los jóvenes, quienes enfrentaron de manera constante un entorno de incomprensión con distintos matices de represión.
Planteó que a media década del movimiento estudiantil de 1968, la UNAM asume la herencia de libertad, pluralidad, conciencia crítica y tolerancia y lo harán celebrando el patrimonio de libertades y derechos que se edificó durante los últimos cincuenta años.
Graue Wiechers subrayó que, para ese esfuerzo conmemorativo se asosiaron con instancias como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Archivo General de la Nación.
Destacó que para garantizar el manejo transparente de los recursos de la universidad y de otras instancias que brindarán apoyo, se creó un patronato que encabeza el maestro Gerardo Estrada y contará con la participación de 11 mujeres y hombres universitarios.
A las celebraciones se suma un programa editorial a cargo de la Coordinación de Humanidades y la instalación de los comités que darán esencia y sentido a ese recuerdo colectivo.
De igual manera, se integrarán archivos y se buscarán testimonios, para construir un acervo libre, público y gratuito, mediante el cual la Plaza de las Tres Culturas incorporará la cuarta cultura: la cultura digital.
En tanto Jorge Volpi, coordinador de Difusión Cultural UNAM, anunció, entre otras actividades que forman parte del programa, la creación de la obra musical Réquiem In Memoriam 68, encargo de obra al compositor Mario Lavista, que interpretará la Orquesta Filarmónica de la UNAM.
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