Por: David Esquivel
Cuautitlán. Méx. – La Facultad de Estudios Superiores (FES) FES Cuautitlán da a conocer que existe un “grave fraude” en atún enlatado, pues ha detectado carne de delfín en dichas latas, que, si bien no representan un riesgo para la salud del consumidor, si es un engaño inaceptable y, además, pone en riesgo a una especie protegida y en peligro de extinción.
La FES Cuautitlán informó que la investigación, para evaluar atún enlatado fue realizada a partir de técnicas de Reacción en Cadena de Polimerasa (PCR por sus siglas en inglés) y así verificar la autenticidad del producto que, en 14 latas, resultó fraudulento, pues el lugar de atún resultó ser delfín, informó la institución en un comunicado de prensa.
La investigación estuvo a cargo del doctor José Francisco Montiel Sosa, académico y secretario General de la FES-Cuautitlán, durante una asesoría que el facultativo dio a la estudiante de Ingeniería en Alimentos, Karla Vanessa Hernández Herbert.
El investigador y la estudiante en ingeniería de alimentos analizaron 15 muestras de atún enlatado comercial en aceite y agua, para determinar si contenían alguna especie distinta a la reportada, para lo cual fue necesario extraer y purificar el ADN (ácido desoxirribonucleico) total de cada muestra y diseñar las estrategias de PCR con primeros (iniciadores), tanto para atún como para delfín”.
La conclusión del estudio arrojó la presencia de carne de delfín en 3 de las 15 muestras estudiadas. “Este hallazgo evidencia un grave fraude alimentario, pues además de que la carne de delfín es un componente que no ha sido declarado en el etiquetado del producto, pone en riesgo a una especie protegida y en peligro de extinción”, destacó la estudiante en alimentos.
Y agregó, que “aunque la ingesta de delfín no representa un riesgo para la salud, la edición fraudulenta de sustancias que no son auténticas y el engaño al consumidor son inaceptables”.
Argumentó que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), promueve el etiquetado de los alimentos como una herramienta eficaz para proteger la salud de los consumidores en materia de inocuidad alimentaria y nutrición; por tanto, existe una mayor necesidad de crear etiquetas alimentarias que sean confiables y no resulten engañosas.
Montiel Sosa dijo que, “es de vital importancia que el consumidor sepa qué es lo que está comprando y consumiendo. Existe un engaño cuando el productor agrega a un alimento algo que no se ha reportado, especies más económicas que abaratan costos y transgreden la confianza del comprador”.
La FES informó que, en el año 2019, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) encontró que, sin informar en su empaque, de 57 presentaciones de atún envasado analizadas en sus laboratorios 18 contenían hasta 62 por ciento de solla ( Pez muy parecido a la platija y del mismo género que ésta).
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