martes, 31 de diciembre de 2013

Para 2014, la Iglesia sería semillero de un partido político en México

Hasta la iglesia tiene balazos, en un lugar donde el protestantismo y el catolicismo convivían sin problemas. Óscar Balderas / Ante la pregunta, Hugo Flores Cervantes no vacila: la Iglesia católica guía su proyecto político. De pie en el restaurante del Hotel Grand Prix de la delegación Iztacalco, así responde al reportero Daniel Cruz, quien le pregunta sobre la conformación de su grupo. “La Iglesia cristiana, además de ser la base social, es el semillero de líderes de este proyecto”, asegura el hombre cincuentón, cabello escaso, lentes y hablar pausado. “Este proyecto” es el Partido Encuentro Social (PES), el segundo en el país más adelantado en cumplimientos legales – sólo debajo de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) — para obtener en 2014 su registro como partido político nacional ante el Instituto Federal Electoral, de acuerdo con un corte de datos del organismo el 26 de diciembre pasado. Bajo el eslogan “El partido de la familia”, el PES de Flores Cervantes quiere lograr, después de once años de trabajo político-religioso en los estados mexicanos, ser un abierto partido cristiano y poner a sus integrantes a prueba en las elecciones federales de 2015. “Nuestra intención principal es Impulsar a gente cristiana a que aspire a cargos públicos (…) Es un partido dirigido a toda la ciudadanía donde básicamente se están afiliando cristianos, hay muchos jóvenes entre nosotros”, asegura. Han avanzado en silencio en la política mexicana: ya tienen registro en Baja California y Tamaulipas; en el primer estado, incluso, ya cuentan con un diputado local que defiende la agenda próvida, antibodas homosexuales, antiadopción homoparental y una visión capitalista liberal como base económica de la sociedad. Su polémico proyecto sólo es superado en controversia por él mismo: Flores Cervantes fue en 2006 exsuplente de la conservadora senadora María Teresa Ortuño Garza de Acción Nacional. De acuerdo con una nota del reportero José Gerardo Mejía de El Universal, el líder nacional del PES está inhabilitado como servidor público por una supuesta defraudación en programas forestales durante el sexenio de Felipe Calderón. “Voz de la defensa de los inculpados en la masacre, pastor evangélico, profesor de la División de Asuntos Jurídicos del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), dirigente de la asociación política nacional Encuentro Social, aliado electoral de Felipe Calderón”, escribió el periodista Luis Hernández Navarro en La Jornada. Pero para permanecer en el poder no ha dudado en negociar con el PRI: en 2013 su partido apoyó al candidato tricolor a la gubernatura de Baja California, Fernando Castro Trenti, pese a que al político se le apoda “El Diablo”. A cambio, según diarios locales, pidió incluir otros temas de relevancia para su partido local: estudiar la permanencia de la píldora del día siguiente como medicamento “no abortivo” y promover la abstinencia en escuelas de educación básica como método anticonceptivo eficaz. Actualmente, el PES cuenta con 63 mil 223 afiliados oficiales, frente a los 106 mil 606 de Morena y los 41 mil 104 del Frente Humanista. “Necesitamos líderes que con su ejemplo de integridad enseñen a las nuevas generaciones a ser menos corruptos. Uno de los grandes problemas en México es que el liderazgo político es muy corrupto”, señaló Flores Cervantes, inhabilitado por malos tratos. Cumplido el plazo en enero para que las organizaciones realicen las asambleas requeridas -20 con 3 mil militantes o 200 con 300 militantes y una nacional- el IFE tiene seis meses para estudiar y revisar que las afiliaciones no se hicieran de manera corporativa o a cambio de beneficios personales. Si lo aprueba, PES será nuevo partido político y deberá ir a las elecciones federales intermedias de 2015 sin alianzas; si logra mantener su registro, podrá aliarse en 2018 con algún partido político nacional para buscar llegar a la Presidencia de la República.

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