La opinión de... Salvador Ferrer i Paradeda (De la seca a la meca)

De la seca a la meca Salvador Ferrer i Paradeda.

Así… no más, como quien dice buenos días cuando es de noche, o como aquel que aparecía a las 12 del día para decir… ¡¡¡buenas tardessssss!!”. Dicho de otra manera, estamos porque estamos, sin necesidad de ausentarnos. Hay una tremenda diferencia entre el mundo islámico y el resto, -los que no somos como ellos- no son solamente las costumbres y la historia, es mucha más. Siglos de aprendizaje donde hubo un momento en el cual todos convivían sin la necesidad de enfrentamientos y parece que no hemos aprendido. Ahora, cuando leo los encabezados de periódicos, me asusta el pensar que en cualquier momento los enfrentamientos llegarán a algo más que las manos, el mundo está a punto de cometer un error –político y humanitario- no hay espacio para la reflexión y tomamos el camino hacia el desastre, cuando lo más lógico sería unir esfuerzos en busca de una mejor forma de vida. De la seca a meca… lleno de polvo y falto de todo. El poder de la posesión, el “glamour” de la buena vida, la necesidad –estúpida- de poder contemplar al vecino desde una posición más elevada, el enjuiciar “al otro” porque no piensa igual… ¿adónde iremos a parar?. La respuesta está en nosotros y sin necesidad de mirar el pasado o el futuro. Es ahora, no hay ayer ni mañana. Faltos estamos de de visión y más faltos de civismo. De la seca a la meca hay una distancia mínima, lo que equivale a dar un paso para dar un apretón de manos a todo aquel que, -vistas las circunstancias- nos parece diferente, lo que es lo mismo… somos superiores al otro.