viernes, 14 de marzo de 2014

Familia de niño baleado ya había sufrido un caso similar

Su primo sufrió la misma agresión en 2012. Habitantes de Ecatepec piden que se intensifique la campaña de despistolización
El puesto de videos donde fue herido el menor. ALEJANDRA GUDIÑO. Ecatepec La familia del pequeño Jordan Yandel Cortez Fragoso, menor de tres años víctima de una bala perdida el día de ayer, ya vivió un capítulo semejante hace dos años, el 31 de diciembre del 2012, cuando su primo fue lesionado en condiciones similares mientras lanzaba cohetes en la azotea de su domicilio, ubicado también en la población de San Andrés de la Cañada, y al final perdió la vida. Mientras el alcalde de la localidad, Pablo Bedolla López, anunció que solicitará al Ejército mexicano una nueva campaña de canje de armas para evitar incidentes; habitantes del mencionado poblado exigieron que la despistolización se realice no mediante el cambio, sino con la ejecución de operativos pues en esta comunidad "todo mundo anda armado", aunque esto no ha evitado asaltos a transeúntes ni a comercios. El lugar donde sucedieron los hechos ayer a las 15:00 horas se ubica en la calle Ramón Soberanes, frente a una lechería Liconsa y a un costado están las oficinas de la delegación municipal, en cuya antena de comunicaciones se observa una cámara de vigilancia, que apunta a la explanada del lugar, a la Iglesia, a la escuela y a la Casa de la Mujer, cámara "que no funciona, no graba nada y nadie sabe quién está a cargo de ella", dicen los comerciantes. La zona está cerca del acceso a las instalaciones de una emisora de televisión, en plena Sierra de Guadalupe, y el puesto donde fue herido Jordan Yandel está vacío debidos que el propietario, de nombre Gerardo Ángeles, está auxiliando a la familia del menor en desgracia "en lo que se necesite". El vendedor comentó que el pequeño Jordan fue a comprar un CD para cantarle las mañanitas este día a su abuelo, Rodrigo Fragoso Frías, cuando de repente "se escuchó como que explotaba un globo y el niño empezó a quejarse. "Nuestra abuela le rogó a lo policías municipales para que trasladaran a Jordan, pero no quisieron porque se podrían meter en problemas, según ellos", dijeron entre molestos y consternados familiares del menor, el tercero de la familia después de Sugei Guadaupe y Alexander, de cinco y seis años de edad, respectivamente. Los responsables de la oficina de la delegación municipal nunca la abren, afirmaron, eliminándose así otro punto de eventual apoyo en momentos en que se requirieron. "Gracias a la intervención de algunos periodistas se logró que se le atendiera", refirieron. Vecinos y comerciantes del lugar se quejaron de que mucha gente anda armada en la comunidad, "sintiéndose los dueños", por lo que es necesario proceder a la despistolizaciòn no mediante canje, como anunció la autoridad, sino con operativos. "De nada ha servido que la gente ande armada, ocasionando problemas, si los asaltos a transeúntes, a los mismos vecinos, a automovilistas y pasajeros, continúan".

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