El odontólogo forense Hernández Cárdenas, de 55 años, trabaja en el laboratorio de Ciencia Forense de Ciudad Juárez. Desarrolló la revolucionaria técnica de rehidratación de cadáveres a través de la cual es posible recuperar características de su condición original. Los cadáveres se sumergen en un 'jacuzzi', una especie bañera con químicos, utilizada para la rehidratación. Como consecuencia de este proceso, se hace posible revelar lesiones y 'volver' los órganos internos casi al mismo estado que al momento de la muerte. El resultado obtenido tras este procedimiento es utilizado por la investigación policial y suele ser útil en el descubrimiento de casos criminales.
RT: ¿Cuánto tiempo tardó en perfeccionar la fórmula utilizada en la rehidratación de cadáveres?
H.C.: Fueron casi dos años de estar experimentando hasta lograr encontrar la fórmula ideal, una vez que se encontró ésta, y como era algo lenta, podía llevar de tres semanas a un mes en recuperar bien los tejidos, y ante la urgencia en ciertos casos, se logró mejorar la formula y la técnica, de manera que se fue logrando acortar el tiempo para lograr buenos resultados.
RT: ¿Cuál es el tiempo máximo de descomposición o momificación que puede tener un cuerpo para que se le pueda aplicar su técnica del 'jacuzzi'?
H.C.: El tiempo de descomposición es difícil determinar, ya que esta evoluciona diferente dependiendo del lugar, el clima, las causas de la muerte, las condiciones de salud en vida, y otros factores. Pero se pueden procesar cadáveres en avanzado estado de putrefacción mientras no se encuentren en la etapa de licuefacción o ya esqueletizados. Aunque se han encontrado restos óseos que por cuestiones inexplicables aún conservan algún tejido deshidratado, por ejemplo las manos, partes del rosto y algunos otros tejidos, de los cuales es posible rescatar alguna información. Y en cuanto a cadáveres momificados, aun no lo puedo determinar, ya que al trabajar hasta ahora sólo con casos de interés forense, el más antiguo que he procesado tenía 10 años en esas condiciones. Por lo mismo, no sé cómo reaccionaría un cadáver que lleve mucho más tiempo momificado, pero desde mi punto de vista, sí es viable recuperar bastante sus tejidos.
RT: ¿Cuál ha sido el momento más gratificante como profesional desde que empezó a implementar este método de deshidratación?
H.C.: Es muy satisfactorio siempre que veo que gracias a este método se puede identificar a una persona y entregar su cuerpo a su familia, evitando que sea sepultado como un desconocido, y que esa familia continúe en la incertidumbre. O cuando por medio de estos procedimientos se puede apoyar al médico forense a determinar la causa de la muerte, la cual por las condiciones en las que fue encontrado el cuerpo no se había podido determinar de manera cierta.
RT: Tomando como base la rápida evolución que ha tenido esta técnica, ¿Cuál cree usted que será el futuro de la rehidratación de cadáveres a mediano plazo?
H.C.: Espero que sea aceptada universalmente y utilizada donde quiera que se presenten casos en los que se pueda aplicar y ofrecer resultados como los que se están dando desde hace ya algunos años en Chihuahua. Espero que se aplique en cualquier parte del mundo en beneficio de las víctimas, sus familias y el interés de la justicia.
Advertencia. El video documental contiene imágenes que pueden herir su sensibilidad.
RT: Teniendo en cuenta la situación de violencia que se vive en Juárez ¿Influyó eso de algún modo a que se desarrollaran nuevos métodos para la identificación?
H.C.: De alguna manera, esa situación influyó para iniciar la investigación, pues me impresionaba que algunos cadáveres fueran sepultados como desconocidos al no lograr identificarlos, y que sus familias los reclamaran.
RT: El avance de la ciencia y la tecnología en tiempos de guerra es un hecho irrefutable ¿Cree que bajo otras circunstancias, si en su ciudad no se hubiese sufrido tanto el azote de la narcoviolencia, usted y su equipo habrían dado con esta fórmula?
H.C.: Es muy cierto eso. Lamentablemente las situaciones difíciles obligan a los humanos a buscar mejorías o avances tecnológicos, pero en este caso, la técnica de rehidratación ya la realizábamos en el estado de Chihuahua desde antes. Yo siempre he comentado que mi motivación principal fue ver que había cadáveres que se encontraban en esos fenómenos cadavéricos en los que no lograban identificarlos y eran sepultados en una fosa anónima como desconocidos. Y esto fue antes de la violencia por el enfrentamiento entre cárteles de la delincuencia organizada.
Toma de impresiones dactilares en dedos rehidratados
RT: ¿Cuál cree usted que es la aplicación de su técnica a nivel mundial?
H.C.: La misma que está teniendo en Ciudad Juárez y en todo el estado de Chihuahua: la identificación de cadáveres que presentan alteraciones físicas por la momificación o la putrefacción, y el apoyo a los médicos forenses encargados de determinar la causa de la muerte (…) Con esto se puede cooperar con el Ministerio Público en la apertura de una carpeta de investigación por algún delito en caso de ser necesario. O también se puede decidir que no existe delito al poder demostrar que la muerte fue por causas naturales.
RT: ¿Cómo ha sido el proceso para patentar su extraordinaria fórmula?
H.C.: Me imagino que como cualquier otro proceso de patente, seguir los lineamientos, cubrir los requisitos requeridos y realizar los pagos correspondientes, tal como lo marca la ley del IMPI.
RT: ¿Ha tenido problemas por el hecho de que otras personas u organizaciones quieran plagiar sus secretos?
H.C.: No, hasta ahora no he tenido ningún problema de ese tipo. Lo que sí creo y espero que así sea, es que otros investigadores se han interesado más en este tema. Por tal motivo, ahora se encuentren realizando sus propios experimentos, y en verdad espero que consigan los mismos resultados o mejores que los que yo he logrado. Yo siempre he dicho que no he inventado nada nuevo, no inventé un químico nuevo para agregarle a la tabla periódica de los elementos, simplemente mejoré lo que existe. Utilicé los mismos que se han utilizado por décadas, sólo que encontré las combinaciones y porcentajes adecuados entre estos, además de la técnica ideal para utilizarlos, de modo tal que cualquiera que ponga un poco de interés y algo de persistencia y mucha paciencia, podrá superar estos resultados y dar con la misma fórmula u otra mejor.
RT: ¿La falta de financiación para su actividad ha sido un problema en su trabajo, o usted recibe la ayuda necesaria por parte de las entidades estatales?
H.C.: Siempre he recibido apoyo de las autoridades estatales, desde el inicio de la investigación. Lamentablemente, en un principio no se creía que fuera a tener los resultados que se han alcanzado, yo mismo no esperaba llegar a recuperar tantas características y que se pudieran dejar los tejidos como se ha logrado hacer (…) Por eso, yo asumí los costos totales en cuanto a materiales, pero al conocerse los resultados alcanzados, el Gobierno estatal mando construir el actual laboratorio y se me brinda mayor apoyo en cuanto a los enseres necesarios, cubriendo yo solamente el costo de los productos químicos necesarios. Pero es así no porque las autoridades me nieguen el apoyo, al contrario, siempre me dan más del que merezco, pero yo debo comprar aun esos productos para no revelar cuáles son. Sobre los mismos, debo decir que no son nada fuera del mundo. Son productos muy conocidos y tal vez utilizados, pero su combinación ideal, en los porcentajes adecuados y una correcta forma de utilizarlos han hecho la pequeña diferencia.
RT: ¿Tiene planes de 'exportar' su fórmula a otros países? ¿Planea dictar conferencias o cursos especializados para los servicios de seguridad de México o de países de la región?
H.C.: Como lo comenté en una pregunta anterior, lo ideal es que se pueda utilizar en cualquier parte del mundo donde sea necesario. En cualquier país, por libre que esté de violencia, es posible que una persona pierda la vida accidentalmente o por causas naturales y su cuerpo quede en algún lugar aislado. Al ser recuperado puede presentar condiciones cadavéricas que no permitan su rápida identificación y diagnóstico certero sobre las causas de su muerte. Con este método sería posible lograrlo. Desde hace unos años he tenido la fortuna de ser invitado a dar pláticas sobre este procedimiento, habiendo podido ya presentarlo en la mayor parte del país, y en otros países como Argentina, Guatemala, Perú, Colombia, Ecuador y Chile. Además tengo invitaciones para ir este año a Panamá, Perú, Brasil e Italia. Voy a hablar sobre el sustento teórico, la aplicación y utilidad de estos procedimientos, pero sin dar cursos sobre su metodología, debido al trámite de patente. Pero una vez que se resuelva eso, la otorguen o no, se podrá difundir para su aplicación donde sea necesario.
RT: La medicina forense está considerada como una de las profesiones que requiere más estabilidad psicológica. ¿Se ha visto afectado por la gran carga emocional que conlleva su profesión?
H.C.: Mucha gente cree que las personas que trabajamos en el ámbito forense nos volvemos insensibles, nada más lejos de la realidad. Por el contrario, yo tengo la certeza que nos volvemos más sensibles al dolor humano. La diferencia es que debemos aprender a manejarlo sin que nos afecte emocionalmente o psicológicamente. En lo personal, me duele ver los alcances de la maldad, pero también puedo ver cosas buenas en todo esto y creo que al ser más las últimas, son las que dominan en mi mente. Por esto mismo puedo afirmar que soy una persona feliz y con mucha estabilidad emocional y psicológica. Y estoy seguro de que el 99% de las personas que me conocen, así me consideran. El 1% restante piensa diferente porque ellos son los que presentan esos problemas.
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