martes, 29 de septiembre de 2015
Palacio de Bellas Artes, 81 años de riqueza histórica y cultural
LA CRÓNICA El Palacio de Bellas Artes se ha consolidado como el máximo recinto cultural del país por la riqueza arquitectónica, histórica y artística que ha construido durante 81 años de existencia, destacó la Presidencia de la República.
Durante la inauguración de esa sede, el 29 de septiembre de 1934 en el Centro Histórico de la capital mexicana, la Orquesta Sinfónica de México interpretó la obra “Llamadas”, sinfonía de Carlos Chávez, y se presentó la obra de teatro “La verdad sospechosa”, de Juan Ruiz de Alarcón, protagonizada por la actriz María Tereza Montoya.
“El #Palacio de #BellasArtes, fue concebido como la máxima representación de la cultura en México @PalacioOficial”, enfatizó la Presidencia de la República en su cuenta @PresidenciaMX en Twitter.
La construcción de esas instalaciones comenzó en 1904 por encargo de Porfirio Díaz al arquitecto italiano Adamo Boari para conmemorar el Centenario de la Independencia, pero su apertura tardó casi tres décadas.
La Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas coordinó el proyecto, que tuvo distintas fases de construcción; en la primera, de 1904 a 1912, se realizaron los cimientos y Boari siguió los parámetros del “Art nouveau”.
Innovadora en esa época, la obra tenía un plazo de cuatro años para concluirse, pero los trabajos se interrumpieron porque se superó el presupuesto y las características del suelo no soportaron la estructura del edificio hecha de acero y concreto revestida de mármol. Además en 1910 estalló la Revolución Mexicana.
Las obras se reanudaron en 1928 bajo la dirección del arquitecto mexicano Federico Mariscal. Esa segunda etapa se distinguió por el uso de materiales como ónix y mármol para los acabados del vestíbulo y los interiores.
De 1932 a 1934 el ingeniero y entonces secretario de Hacienda, Alberto J. Pani, impulsó la última etapa de construcción y el edificio se transformó para que funcionara como foro nacional para las artes escénicas y plásticas. Fue entonces cuando recibió el nombre de Palacio de Bellas Artes.
Desde entonces el edificio ha tenido distintas intervenciones para evitar su hundimiento, como en 2010 cuando fue sometido a una restauración que costó unos 700 millones de pesos.
En sus 81 años de historia en el Palacio de Bellas Artes se han presentado los artistas y las agrupaciones más importantes del país y del mundo como María Callas, Plácido Domingo, Luciano Pavarotti, José Carreras y Jessye Norman.
También han dado muetra de su arte músicos, compositores y directores de orquesta como Giuseppe Di Stefano, Mstislav Rostrópovich, Yo-Yo Ma, Ravi Shankar, Evgeny Kissin, Philip Glass y Zubin Mehta; los bailarines Rudolph Nureyev, Pina Bausch y Julio Bocca, así como orquestas y ballets emblemáticos.
En ese espacio también se ha dado el último adiós a grandes protagonistas del arte y la cultura, como Octavio Paz, Gabriel García Márquez, Chavela Vargas, Pedro Armendáriz, Joaquín Cordero, Carlos Monsiváis, María Félix, Frida Kahlo y Mario Moreno “Cantinflas”.
Las paredes del recinto también son piezas de arte, pues en ellas están plasmadas obras de los muralistas mexicanos David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, José Clemente Orozco, Rufino Tamayo, Jorge González Camarena, Roberto Montenegro y Manuel Rodríguez Lozano.
Destaca el telón de cristal, una obra única mandada a hacer por Adamo Boari y fabricada por la Casa Louis C. Tiffany de Nueva York con cristales opalescentes.
El artista Harry Stoner diseñador de escenarios y pintor fue enviado a México a realizar el estudio y dibujo basado en la idea de Boari, Cuando el telón estuvo listo fue exhibido en Nueva York antes de enviarse por barco a la ciudad de México.
El Palacio de Bellas Artes también fue sede del Congreso de la Unión en diciembre de 1946 para la toma de posesión de Miguel Alemán Valdés como presidente de México.
En esa ocasión fue acondicionado para recibir a los integrantes de las dos Cámaras y a los invitados, se hizo una reproducción de muro de honor del Congreso con los nombres en letras de oro de los protagonistas de la historia nacional y se declaró sesión solemne.
El 31 de diciembre de ese año se creó el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), para conformar un organismo nacional que se ocupara de las diferentes ramas de las bellas artes, así de como estimular la producción artística, fructificar la obra de enseñanza y difundir la actividad artística en México.
Desde entonces el museo se ha encargado de constituir la principal plataforma de acción y espacio de exhibición de artistas nacionales e internacionales.
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