Cuautitlán Izcalli.- Méx.-Como si se estuviera despidiendo de sus correligionarios y de sus aspiraciones presidenciales, Ricardo Anaya Cortés anduvo por la zona Noroeste del Valle de México cerrando campañas de proselitismo en Villa Nicolás Romero, Cuautitlán Izcalli y Naucalpan, en cuyos actos repitió lo mismos que viene diciendo desde hace poco más de 30 días: “que meterá a la cárcel a Peña Nieto, becará a los jóvenes para que no dejen de estudiar y no se olvidará de los adultos mayores a quienes triplicará la pensión”.
Anaya Cortés expresó en Villa Nicolás Romero que sus cierres de campaña eran una gran fiesta cívica en el Estado de México por su próximo triunfo electoral el 1 de julio. En el Campo de Béisbol Progreso Industrial, donde hubo unas tres mil personas, gradeció el apoyo que ha recibido de la ciudadanía durante su campaña; reconoció el trabajo y propuestas que los candidatos a los diferentes cargos de elección han realizado, así como el de dirigentes y liderazgos de la coalición por el Estado de México al Frente (PEMF).
Dijo que Nicolás Romero: “vamos a sacar al PRI y vamos a recuperar la paz y la tranquilidad. Vamos a apoyar con recursos federales como nunca en la historia y vamos a resolver muchos problemas. Tenemos un problema grave, todavía, de agua potable aquí en el municipio. Vamos a resolverlo con voluntad, con trabajo y con los recursos que se necesitan”, expresó.
Aseveró que ningún joven en México se quedará sin estudiar por falta de recursos y que el apoyo a los adultos mayores no tendrá precedente: “quiero hacer compromisos específicos con la gente de la tercera edad, con los jubilados, con quienes han trabajado toda su vida y gracias a quienes hoy estamos aquí, no los vamos a olvidar, vamos a triplicar el apoyo que hoy entrega el gobierno federal a los adultos mayores”.
En el acto de Cuautitlán Izcalli se aventó como diez minutos de discurso saludando a líderes de este municipio, desde el candidato a Alcalde Raymundo Guzmán Corroviñas hasta al líder estatal de PAN Víctor Hugo Sondón Saavedra, a cada uno de los saludados alzaba la mano y daba un abrazó como si fuera una despedida. Lo que dijo en Nicolás Romero lo reiteró en Cuautitlán Izcalli, donde lo recibieron como dos mil 500 personas. En Naucalpan repitió lo mismo ya cansado y deseoso, quizás, de que se acabe el partido, porque teme perder por goliza contra Andrés Manuel López Obrador el próximo 1 de julio.
En Naucalpan, el niño juicio Yawi, amenizó la espera el inicio de cierre de campaña de Ricardo Anaya Cortés.
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