lunes, 3 de marzo de 2025

Los trotskistas mexicanos y sus aportaciones a las izquierdas nacionales


  • La historia de los partidos políticos de izquierda del siglo XX contribuye a entender la transformación actual de México
  • Tras el asesinato de León Trotsky en México en 1941 la corriente ideológica arraigó en el país


Como una contribución a la historia de los movimientos sociales del siglo XX y al estudio de los partidos políticos del amplio espectro de las izquierdas mexicanas, el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), dependencia de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, invita a la presentación del libro “Los trotskistas mexicanos”, del historiador Josué Bustamante González, el lunes 3 de marzo a las 17 horas.

La actividad editorial se llevará a cabo de manera presencial en la sede del instituto (Plaza del Carmen 27, San Ángel, CP. 01000, Álvaro Obregón) y será transmitida en directo por Facebook (/inehrm.fanpage) y YouTube (/Canal INEHRM), el lunes 3 de marzo a partir de las 17:00 horas. La entrada es gratuita.

En la presentación editorial del libro editado por la Universidad Jaume i de Castellón de la Plana, Valencia, España, participarán el catedrático del Departamento de Historia, Geografía y Arte de dicha universidad, el historiador Manuel Chust Calero, el historiador de la Universidad Autónoma Metropolitana, Alejandro Gálvez Cancino, el director general del INEHRM, Felipe Ávila Espinoza, y el autor.

Conocer la historia de los movimientos sociales y los liderazgos partidistas de las izquierdas mexicanas del siglo XX contribuye a entender la situación política y social actual. Contextualizar esa historia en su relación con la de otros países permite, además, vislumbrar el conjunto de pesos y contrapesos internacionales y su inherente influencia en el desarrollo global. 

El libro “Los Trotskistas Mexicanos” es una contribución a la reconstrucción de la historia de esa corriente en México inspirada en el pensamiento del político ruso León Trotsky expresada como “movimiento comunista disidente y minoritario que no sólo criticaba, sino que tenía su leitmotiv en la lucha por derrocar a la cúpula «estalinista» (soviética) y a los regímenes capitalistas en el poder e imponer su propia forma de gobierno socialista”. 

Luego de una larga diáspora de casi diez años, Lev Davidovich Bronstein, mejor conocido en el mundo como León Trotsky, recibió del gobierno de Lázaro Cárdenas el ofrecimiento de asilo político cuando ningún otro país estuvo dispuesto a hacerlo. Su llegada a territorio mexicano causó polémica internacional entre antagónicos y admiradores. Al conocerse la noticia, los primeros sorprendidos fueron los soviéticos, liderados por José Stalin, su más férreo enemigo.

Para Bustamante González, “el trotskismo se interpreta también en un marco temporal que tiene como división el antes y el después de la muerte de Trotsky, es decir, como una doctrina política, que estaba compuesta por una variedad de símbolos bolcheviques, a cuya cabeza se encontraba la imagen martirizada de Trotsky y la Cuarta Internacional”.

El autor destaca una primera etapa del trotskismo en México de 1929 a 1940, cuando existió como “una pequeña vanguardia, con muchos problemas de organización, producto de su condición disidente y marginal que chocó con un medio que le era hostil y mayoritario como lo fue el contexto en el cual se desenvolvía el Partido Comunista Mexicano (PCM )”.

Durante esa fase, la presencia de Trotsky, la fundación de la Cuarta Internacional en 1938 y la tolerancia política del cardenismo, hicieron posible que en México se estableciera un pequeño núcleo de militantes trotskistas, “primero como Liga Comunista Internacionalista (LCI), y después como Partido Obrero Internacionalista (POI) sección mexicana de la IV Internacional”, señala Bustamante González.

De manera marginal el trotskismo se mantuvo activo en algunas corrientes sindicales y universitarias y vivió un resurgimiento y la renovación en los años sesenta, paralelamente a las huelgas ferrocarrileras de finales de 1958 y de 1959, así como el triunfo de la Revolución Cubana, y el surgimiento de movimientos amplios de jóvenes universitarios simpatizantes de los movimientos de izquierda, en 1968 y 1971. En esa etapa surgieron la Liga Obrera Marxista (LOM) y el Partido Obrero Revolucionario Trotskista (PORT).

El libro “Los Trotskistas Mexicanos” ayuda a responder las preguntas: ¿Cuáles fueron las aportaciones del trotskismo para el pensamiento de las izquierdas mexicanas y los movimientos sociales? ¿Quiénes fueron los intelectuales, militantes y constructores de esta corriente ideológica en México? ¿Tiene alguna participación en las izquierdas actuales? ¿Por quiénes está constituida y si se retroalimenta de la historia de sus orígenes en el siglo XX?

La obra de Josué Bustamante González es una modesta aportación al conocimiento de una de las corrientes de la historia de las izquierdas mexicanas, desde tres prácticas políticas específicas (la prensa militante, el internacionalismo proletario y la sociabilidad transnacional), la conformación y el desenvolvimiento político de las organizaciones que durante el lapso temporal, 1940-1976, se autodenominaron trotskistas en México. 

Para mayor información sobre las actividades del INEHRM, consulta www.inehrm.gob.mx y sus redes sociales: en X @INEHRM, en Facebook inehrm.fanpage y el Canal INEHRM de YouTube. 

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