sábado, 1 de agosto de 2015
Cómo un simple vendedor se convirtió en multimillonario gracias al gobierno de Peña Nieto
RT El dueño del Grupo Higa, Juan Armando Hinojosa Cantú, es conocido por ser el mayor contratista de México, que obtiene numerosos proyectos millonarios del Gobierno. Los estrechos lazos entre el empresario y el presidente Peña Nieto provocan cada vez más sospechas por parte de los expertos y la sociedad civil, según 'The New York Times'.
Tras años de protestas por parte de la población y batallas legales, el presidente mexicano Enrique Peña Nieto ha firmado este mes una orden ejecutiva que aprueba la expropiación de 39 hectáreas de tierra indígena del pueblo San Francisco Xochicuautla para construir una carretera privada hacia el aeropuerto de la Ciudad de México por parte del Grupo Higa. No obstante, la decisión no sorprendió mucho a la población debido a los estrechos lazos entre el mandatario mexicano y el dueño de la empresa, Juan Armando Hinojosa Cantú, escribe 'The New York Times'.
"¿Cómo un amigo del presidente que comenzó vendiendo papeles pósits termina teniendo un imperio que recoge miles de millones de dólares de contratos del gobierno, y consigue luz verde para pavimentar a través de bosques protegidos y recibir concesiones para construir hospitales y trenes?", pregunta el activista Armando García. "Es evidente que la fuga de 'El Chapo' y el tema de los contratos tienen una raíz común: la corrupción. Esto demuestra la incompetencia, la impunidad y la corrupción de este gobierno", afirma a su vez el congresista opositor Manuel Huerta.
Las empresas de Hinojosa Cantú y sus afiliados han obtenido más de 2.800 millones de dólares en el negocio con las agencias gubernamentales a través de más de 80 contratos, hecho que los críticos vinculan con su relación con Peña Nieto. El caso más famoso es, sin duda, la lujosa multimillonaria mansión de 1.400 metros cuadrados que el empresario construyó para el presidente bajo condiciones muy favorables y cuya existencia fue revelada a finales de 2014.
El costo de la mencionada autopista para el aeropuerto aumentó desde 132 hasta 207 millones de dólares. Más allá de esto, las empresas de Hinojosa Cantú ganaron el contrato de 74 millones de dólares para renovar el hangar presidencial, lograron el aumento del costo del proyecto de ampliación de carreteras desde 104 hasta 127 millones de dólares y obtuvieron la participación del 37% en un ambicioso plan de acueducto para llevar agua a la ciudad de Monterrey.
Cabe destacar que en 2000 el propietario del Grupo Higa donó decenas de miles de dólares al partido gobernante de Peña Nieto, PRI. La estrecha relación empezó cuando el ahora presidente ocupó puestos en el gobierno del Estado de México y obtuvo acceso para influir en la cuestión de los contratos. "Era evidente que el poder del Grupo Higa había descendido de Peña Nieto pero nadie quería verlo", dice Francisco Cruz, que escribió varios libros sobre el presidente y sus influyentes amigos.
Los proyectos más escandalosos tuvieron lugar después de que Peña Nieto se convirtiera en el gobernador del estado de México en 2005. De este modo, una de las empresas de Hinojosa Cantú construyó un hospital por un precio extremadamente alto de 509 millones de dólares. "Juan Armando Hinojosa llegó sin nada. Parece que se hizo millonario en cuestión de días", afirma el exfuncionario del gobierno José Altamirano.
Los expertos coinciden en que no hay nada raro en que cada administración presidencial tenga sus contratistas favoritas, pero la cantidad y el monto de los contratos del Grupo Higa no tienen precedentes. "El mensaje es: No importa su talento, su grado de innovación o sus cualidades como empresario. Lo único que realmente importa es sus conexiones políticas", concluye el economista del Centro de investigación y docencia económicas de la Ciudad de México, Fausto Hernández.
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