Construye Gobierno del Estado de México un sistema de agua potable que beneficia a las familias de tres comunidades de Villa de Allende.
Cuenta María Luisa González que antes captaban agua de lluvia o la acarreaban de una pila o de un jagüey.
Coinciden que tener agua potable en la llave de sus hogares no les hará perder la costumbre de hacer buen uso de ella.
Villa de Allende, Estado de
México, marzo de 2023. Los habitantes de tres comunidades del municipio Villa
de Allende acordaron cuidar el agua que ahora ya tienen en sus hogares, luego
de que el Gobierno del Estado de México construyó un sistema de agua potable
que les evita caminar hasta un kilómetro para obtenerla.
“Vamos a tratar de que este
proyecto funcione de una manera donde la gente no desperdicie el agua, vamos a
estar el Comité, supervisando, tenemos un escrito firmado por las tres
comunidades, donde el que se encuentre tirando agua, se va a multar; porque sí,
la verdad cada día nos estamos quedando sin agua”, afirmó Felipe Velázquez
Becerril, secretario del Comité de Agua Potable de Sabana de la Peña.
Con una inversión de más de 10
millones de pesos, la administración del gobernador Alfredo Del Mazo Maza, a
través de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), concluyó la
perforación y equipamiento de un pozo de agua, la construcción de un cárcamo de
bombeo, así como las líneas de conducción y distribución con un tanque de
almacenamiento.
Esta infraestructura hidráulica
contribuye a incrementar la calidad de vida de las familias de Sabana de la
Peña, Sabana de Taborda Segunda Sección y Sabana de San Jerónimo, ubicadas en
este municipio del oeste de la entidad, quienes recuerdan las dificultades que
sorteaban para llevar el agua a sus hogares.
“Para lavar nos íbamos allá
abajo, está un lugar que le nombramos la pila o aquí, donde le estoy diciendo,
le nombramos el jagüey, ahí íbamos a lavar, estaba una canoa y piedras, y ahí
lavaba.
“Ay pues qué diferencia, ya no
ando con el jarrito acarreando, es una alegría de tener agua, se batalló, pero
mire, tenemos la agüita, ya no se sufre”, expresó orgullosa Doña María Luisa
González, al recordar los apuros que pasaban ella y sus vecinos para realizar actividades
básicas de limpieza y aseo personal.
El cuidado del agua es un estilo
de vida que pretenden mantener, sobre todo al describir cómo la obtenían, aprovechando
incluso la lluvia.
“No teníamos nada, parábamos la
gotera, todo lo que llovía, como tenía un techito de teja, toda esa agua la
parábamos en las tinas y cubetas, de ahí tomábamos porque no había de donde
traer agua, nada más la colábamos”, recordó María Luisa.
“Es algo muy importante para nosotros, nos sentimos orgullosos de ver logrado este recurso” concluyó Felipe, quien está convencido de que pueden prevenir el desperdicio de agua en las comunidades.
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