•La munícipe aseguró que tanto autoridades federales como
estatales deben responder por los daños ocasionados a la Presa Madín por el
vertedero de basura de Tepatlaxco.
•Un estudio de la calidad del agua que el OAPAS mandó
realizar, revela que el recurso almacenado en la Presa Madín, registra una
concentración de hierro y manganeso de entre 200% y 300%, respectivamente.
Por Mario Ruiz Hernández
Naucalpan, Méx., septiembre del 2023.- Aun cuando el
funcionamiento y vigilancia de los índices de calidad del agua de la Presa
Madín, dependen totalmente del gobierno federal, a través de CONAGUA, la alcaldesa
de Naucalpan, Angélica Moya realiza acciones, dentro de sus atribuciones, para
exigir a las autoridades correspondientes dar solución a la problemática
ambiental ocasionada por las explosiones del tiradero de Tepatlaxco.
Este relleno sanitario en el municipio de Naucalpan, fue
concesionado por el gobierno del Estado de México a la empresa Pro-Faj y hasta
antes de su clausura era receptor de 1,500 toneladas diarias de basura
provenientes de la Ciudad de México, principalmente.
Alejandro Vences Mejia, director de OAPAS informó que tanto
él como la presidenta municipal sostuvieron una mesa de trabajo con la
procuradora federal de Medio Ambiente, Blanca Alicia Mendoza para dar
seguimiento al daño ocasionado por las explosiones en relleno sanitario de Santiago
Tepatlaxco y proteger así la salud de quienes reciben agua de la presa.
Al respecto, agregó que la PROFEPA se comprometió a
proporcionar información de la calidad del agua de la presa Madín y poder
evaluar si el Organismo de Cuenca de Aguas del Valle de México determina
limitar el consumo humano del recurso hídrico.
Después del primer incidente en el relleno de Santiago
Tepatlaxco, la titular del ejecutivo local, Moya Marín giró instrucciones a OAPAS,
el cual contrató al laboratorio Intertek + ABC Analitic para recolectar
muestras de agua presuntamente contaminada.
Erika Peimbert de Gyves, subgerente de efluentes y calidad
del agua del organismo informó que los primeros resultados de los estudios
revelaron que, aunque en el caudal del Río San Juan se diluyen los lixiviados
(contaminantes líquidos generados en un relleno sanitario) y sólidos tóxicos,
el recurso almacenado en la Presa Madín, registra una concentración de hierro y
manganeso de entre 200% y 300%, respectivamente.
Ello, continúo, supera los límites de metales estipulados,
por lo que es importante monitorear y disminuir las concentraciones
contaminantes provenientes de los escurrimientos y ríos que confluyen a la
presa para poder mantenerlos por debajo de los límites de la NOM-001-SEMARNAT-2021,
con el fin de mantener la vida acuática y conservar las características
fisicoquímicas adecuadas para la potabilización del agua.
Las explosiones de julio y agosto provocaron escurrimientos
de líquidos tóxicos y contaminación en el Río San Juan y, por consecuencia, en
la Presa Madín, concluyó.
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