MILENIO Mérida
Científicos de la Universidad de Washington y del Centro de Investigación del Cáncer de Sonora elaboran el primer fármaco preventivo contra el desarrollo de tumores malignos, en primera instancia, de cáncer de colon y de ovario, por estar entre los de mayor letalidad.
En la 32 Reunión Anual del Instituto Nacional de Cancerología (Incan), que se lleva a cabo en Mérida, Yucatán, Juan Pablo Márquez, oncólogo e inmunólogo de la Universidad de Washington y encargado del proyecto binacional, explicó a MILENIO que esta “vacuna también evitaría recaídas” luego de haberse sometido a un tratamiento y, sobre todo, impediría el desarrollo de la neoplasia entre aquellos que tienen alta predisposición por tener uno o varios factores de riesgo.
“Sabemos que hay ciertos tumores que vuelven aparecer, lo que es sinónimo de recaída, como sucede en algunos subtipos de cáncer de mama y tipos de cáncer de colon y de ovario primario”, explicó.
“Nuestro objetivo es que los pacientes que ya sabemos que están en alto riesgo de tener cáncer estén protegidos con el desarrollo de tratamientos inmunoncológicos que actuarán por vías metabólicas, llegando a las células malignas e, inclusive, a las escondidas premalignas”, comentó en entrevista.
Estas vacunas, detalló el Márquez, tienen la peculiaridad provocar que el propio sistema inmunológico sea el encargado de eliminar las células premalignas.
Investigación y ensayos
La investigación lleva 14 años de haberse emprendido y cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos, así como de mecenas que han aportado por cada tumor estudiado alrededor de 20 millones de dólares.
Se le ha dado seguimiento a más de 400 pacientes con alta probalidad de recaída, todos mexicanos, y a grupos de riesgo que tuvieron tratamientos exitosos y se han mantenido libres de la enfermedad.
“En 2016 vamos a empezar otro protocolo de cáncer de colon con pacientes que no han tenido la enfermedad, pero sí antecedentes familiares con síndrome de Lynch o poliposis múltiples”, comentó el especialista.
“Se tomarán biopsias en varios sitios del colón y si se encuentran marcadores malignos, aunque el colón se vea normal, serán los pacientes que recibirán eventualmente un tratamiento inmunopreventivo a través de vacunas profilacticas”.
El científico consideró que en aproximadamente cinco años se podrán incluir esas fórmulas dentro de las tradicionales cartillas de vacunación, tanto de niños como de adultos
En el caso de los tumores de pulmón, aclaró, un equipo multidisciplinario estudia a fumadores y no fumadores, porque no necesariamente se presenta entre personas que consumen tabaco.
“Están identificando esas proteínas para inmunizar a sus pacientes y prevenir también que se forme cáncer de pulmón”, dijo el oncólogo tras explicar que aún falta definir cómo se aplicará el fármaco, pero una vez culminados todos los estudios de seguridad, se solicitará que forme parte de la cartilla nacional de vacunación.
“En los ensayos clínicos hemos considerando varios pilotos, básicamente serán vacunas como cualquiera que forma parte del esquema, es decir, se aplicarán en el momento del nacimiento, después cada seis meses, posteriormente cada año y eventualmente cada cinco años. Todo para reactivar el sistema inmunológico para las que se diseñó el antígeno específico”.
Complemento en fase 4
Márquez aclaró que en el caso del cáncer avanzado (fase 4), mestastásico y crónico, la vacuna por sí misma no será curativa, “puede funcionar de manera activa y progresiva en etapa cuatro, pero en combinación con quimioterapias y radioterapia. Debe ser un tratamiento multifactorial; no va a curar, pero sí va a impactar en el éxito, indudablemente”.
Uno de los objetivos esenciales del proyecto binacional es que la vacuna ayude a revertir las estadísticas de prevalencia y mortalidad de cáncer, que en México representan más de 120 mil casos y 75 mil decesos al año.
“Sí puede contribuir, aún no sabemos cuánto, pero adicionar terapia con antígeno específico inmunológico no tóxico impactará en reducir estas cifras”, aseveró.
“Sería prematuro dar un porcentaje, pero ahorita podemos hablar, en el caso de cáncer de colon, que la incidencia puede disminuir 50 por ciento y también con el de ovario; de recurrencias hasta 70 por ciento”, calculó el oncólogo.
En este proyecto de investigación puede participar cualquier mexicano, aunque no viva ni radique en Sonora; adicionalmente se va a colaborar con el Incan para que el fármaco pueda estar al alcance del resto de la población.
Paralelamente al trabajo de investigación, dijo, dentro del programa binacional se están preparando oncólogos mexicanos en Estados Unidos para que regresen a convertirse en los primeros inmunoncólogos del futuro.
“Se espera que dentro de cinco o seis años el uso de tratamiento inmunoncológico pase de 5 a 70 por ciento. Serán los expertos que tratarán y utilizarán terapias inmunoncológicas como anticuerpos monoclonales, vacunas con antígeno específico, medicamentos inmunomoduladores, etc.”
En la reunión, inaugurada anoche por Abelardo Meneses, director general del Incan, también se discutieron temas esenciales, como llegar acuerdos para que la materia de oncología sea una asignatura dentro de la currícula de las 123 escuelas de medicina en el país, pues solo 4 la imparten de manera obligatoria, alertó Silvia Allende Pérez, jefa del servicio de cuidados paliativos del Incan.
Otro tema que se debatió fue cuales decisiones son esenciales para que las campañas contribuyan a diagnósticos oportunos, pues actualmente se hacen en etapas avanzadas, lo que genera decesos prematuros y gastos catastróficos.
Prevenir tumores
El Patronato del Incan promueve seis medidas que reducen considerablemente el riesgo de padecer algún tipo de cáncer
1. Evitar el consumo de alcohol y tabaco.
2. No exponerse mucho tiempo a rayos UV.
3. Llevar una alimentación balanceada.
4. Aplicar vacunas como la de hepatitis o VPH.
5. Ir al médico regularmente y hacerse chequeos.
6. Evitar el sedentarismo haciendo ejercicio.
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