• Éste será “El Año Electoral” y aquellos proyectos y planes, quedarán en buenas intenciones, conscientes de lo que no se hizo en dos años, difícil será hacerlo en uno, con todas las disposiciones en la materia.
Por Mario Ruiz Hernández
NAUCALPAN Méx., a 1° de enero del 2018.- Con el año nuevo, simultáneamente el gobierno de Olvera va en regresión numérica y cada día que pasa será uno menos de su mandato.
Éste 2018 será definitiva y precisamente un “Año Electoral”, en el que la prioridad entre otras, es ganar el primer domingo de julio y sostenerse en el poder público.
Lo anterior, frente a los altos signos de la alternancia que aquí y ahoramismo se vislumbran, en el que nadie de las opciones políticas la tiene fácil.
La elección concurrente a Presidente de la República, diputados federales y senadores, así como ayuntamientos y congreso local, además advierte de una situación complicada, por los diversos intereses al menos en las alcaldías que se tienen.
Es claro que para ninguno va a ser sencillo tal proceso, al margen de los ejercicios de medición que anticipan de un probable triunfador, pero igual, observaremos la instalación de gobiernos cohabitables y/o en coalición, en tanto de un profundo voto diferenciado en los territorios.
Sin embargo, todavía aún tampoco hay nada definido, sabedores que la encuesta más certera son las urnas, y para numerosos aspirantes es urgente empezar a significar por sí mismo, que apostar y ser remolcado por la figura del momento y el hartazgo social.
Por otra parte, qué esperar que ocurra en Naucalpan a partir del gobierno de Olvera, y lamentable nada o no mucho que trascienda.
En ese orden de ideas, podemos inferir que lo que no se pudo hacer en dos años incluidos diversos proyectos, como el de la recuperación de la cabecera-San Bartolo-queden en eso, un interesante plan que, no arriesgarán debido al cobro de las facturas en las ánforas electorales.
Aunado, a lo prometido en otros lugares; las obras y trabajos programados con inversión directa y recursos federales, a consecuencia de la veda electoral, las campañas, jornada cívica y la calificación precisamente de la elección.
Nada pues, novedosos que trascienda, más que el continuar con el mantenimiento de los Parques Lineales, “Las Marinas, Luis Barragán y Jerusalem”, así como a la infraestructura vial.
Lo demás, el reordenamiento en los distintos centros urbanos, el frenar el aumento del ambulantaje y secuestro de vialidades, el tolerar la industria nocturna, la apertura de bares, chelerías, casas de citas, de apuesta y otros lugares de vicio, están en completa expansión como nunca antes en Naucalpan.
NAUCALPAN Méx., a 1° de enero del 2018.- Con el año nuevo, simultáneamente el gobierno de Olvera va en regresión numérica y cada día que pasa será uno menos de su mandato.
Éste 2018 será definitiva y precisamente un “Año Electoral”, en el que la prioridad entre otras, es ganar el primer domingo de julio y sostenerse en el poder público.
Lo anterior, frente a los altos signos de la alternancia que aquí y ahoramismo se vislumbran, en el que nadie de las opciones políticas la tiene fácil.
La elección concurrente a Presidente de la República, diputados federales y senadores, así como ayuntamientos y congreso local, además advierte de una situación complicada, por los diversos intereses al menos en las alcaldías que se tienen.
Es claro que para ninguno va a ser sencillo tal proceso, al margen de los ejercicios de medición que anticipan de un probable triunfador, pero igual, observaremos la instalación de gobiernos cohabitables y/o en coalición, en tanto de un profundo voto diferenciado en los territorios.
Sin embargo, todavía aún tampoco hay nada definido, sabedores que la encuesta más certera son las urnas, y para numerosos aspirantes es urgente empezar a significar por sí mismo, que apostar y ser remolcado por la figura del momento y el hartazgo social.
Por otra parte, qué esperar que ocurra en Naucalpan a partir del gobierno de Olvera, y lamentable nada o no mucho que trascienda.
En ese orden de ideas, podemos inferir que lo que no se pudo hacer en dos años incluidos diversos proyectos, como el de la recuperación de la cabecera-San Bartolo-queden en eso, un interesante plan que, no arriesgarán debido al cobro de las facturas en las ánforas electorales.
Aunado, a lo prometido en otros lugares; las obras y trabajos programados con inversión directa y recursos federales, a consecuencia de la veda electoral, las campañas, jornada cívica y la calificación precisamente de la elección.
Nada pues, novedosos que trascienda, más que el continuar con el mantenimiento de los Parques Lineales, “Las Marinas, Luis Barragán y Jerusalem”, así como a la infraestructura vial.
Lo demás, el reordenamiento en los distintos centros urbanos, el frenar el aumento del ambulantaje y secuestro de vialidades, el tolerar la industria nocturna, la apertura de bares, chelerías, casas de citas, de apuesta y otros lugares de vicio, están en completa expansión como nunca antes en Naucalpan.
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