•Resguarda el Archivo General de Notarías del Instituto de
la Función Registral del Estado de México (IFREM), documentos históricos que
datan del año 1600.
•Cuentan los testamentos con características de
personalísimo, revocable y libre desde la época Colonial.
•Invita Edoméx a aprovechar la ampliación de la campaña del
“Mes del Testamento”, con costos desde 2 mil 100 pesos a la sociedad en general
y mil 100 pesos para adultos mayores.
Toluca, Estado de México, octubre de 2022. En 1817, en
la villa de Calimaya, María Josefa Rafaela Valenzuela dictó su testamento en el
que decidió desheredar a su hijo por lo que ella llamó un “disgusto”. Para su
madre, José Victoriano obró contra los principios de su educación: no creer en
Dios.
Así se puede constatar en su documento de 205 años de
antigüedad, resguardado en el Archivo General de Notarías, del Instituto de la
Función Registral del Estado de México (IFREM).
“Incurriendo en el crimen de infidelidad a nuestro soberano
y haciéndose del partido de los rebeldes y obrando contra el honor con que fue
educado, siendo esta una causa justa y suficiente para privarlo de ser
heredero, por la presente cláusula lo deshereda, para que no tenga parte en la
herencia materna, ni pueda por título alguno adquirir derecho a ella, solo que
se aparte de tan herrado camino y logre indultarse”, detalla la transcripción
de su testamento.
En total son mil archivos resguardados con protocolos que
datan de la época de la Colonia. Desde entonces, las personas podían elegir el
destino de sus bienes después de su muerte y contaban, como ahora, con las
características de ser personalísimo, revocable y libre.
De acuerdo con Emilia Celsa Delgado Trejo y Juana García
Guadarrama historiadoras del IFREM, en estos textos se puede observar la
evolución que ha tenido el testamento a lo largo de la historia, principalmente
en la redacción que se caracteriza por su elevada religiosidad.
“Generalmente un testamento de 1600 es esencialmente
católico, por lo cual se invocaba a la Santísima Trinidad, no solamente en el
encabezado, sino inclusive, dentro del testamento siempre se iniciaba en el
nombre de Dios todopoderoso”, aseguró Emilia.
Por ello, el testamento de María Josefa comienza con una
evocación a Dios todopoderoso y a María Santísima, posteriormente la testadora
detalla que su estado de salud se encuentra delicado, derivado de una caída que
la mantiene en cama, no obstante, se encuentra en uso de sus facultades para
excluir a su hijo de testamento.
Este texto es una clara muestra de que desde aquella época
el testamento podía modificarse, revocarse e incluso dejar cláusulas
específicas de acuerdo con la voluntad del testador.
Cabe mencionar que, para la época, este documento tenía una
doble función, la primera dejar a cada heredero la parte correspondiente de los
bienes a través de un documento legal, y la segunda estaba enfocada a la parte
espiritual, pues el testamento se consideraba como un instrumento conciliador
entre Dios y el hombre, por ello se incluía en la redacción del texto cláusulas
piadosas para aligerar la conciencia del testador.
En estas cláusulas las personas dejaban por escrito que una
parte de la herencia se destinara al pago de misas para la salvación de su
alma, donaciones para huérfanos, e incluso la liberación de esclavos.
“Incluso en su testamento ellos a la hora de decir la
cantidad de misas que pedían se hiciera, decía: pido se manden decir 50 misas
rezadas por las personas a las que pude haberle ocasionado algún mal, en su
testamento también ellos supuestamente pensarían que dejando en libertad a
algún esclavo que tuvieran iban a alcanzar más indulgencia”, detalló la
historiadora Juana García.
A la fecha, el testamento sigue siendo el instrumento legal
más importante para heredar tranquilidad a las familias, por ello, tanto a
nivel nacional como estatal, se realizan campañas para fomentar esta cultura de
brindar seguridad a los seres queridos.
En el Estado de México se amplía hasta octubre la campaña “Mes del Testamento” para que las y los mexiquenses puedan realizar este trámite con costos accesibles, que van desde 2 mil 100 pesos a la sociedad en general y mil 100 pesos para adultos mayores en cualquier notaría y a través de las Caravanas por la Justicia Cotidiana, este trámite puede realizarse de manera gratuita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario