• El Diputado Carrillo Soberanis (PVEM) pide modificar la Ley General de Salud
Ante el riesgo de salud pública que significa la venta de
medicamentos falsificados vía internet o en cualquier lugar, el Diputado Juan
Luis Carrillo Soberanis (PVEM) planteó reformar las fracciones I, II, III y IV
del artículo 464 Ter de la Ley General de Salud
Propone castigar con penas más severas de tres, cinco, 15 y
hasta 20 años de prisión a quien fabrique, altere, empaquete, etiquete, envase,
ofrezca o venda medicamentos sin los registros, licencias o autorizaciones
correspondientes, ya sea en establecimientos, vía internet o en cualquier otro
lugar.
La iniciativa, turnada a la Comisión de Salud, destaca en su
exposición de motivos que la comercialización, distribución y venta de fármacos
falsificados no sólo significa un problema de salud pública a nivel mundial,
sino un acto ilegal que puede ocasionar severos daños al consumidor y en
algunos casos hasta la muerte.
En este sentido, sostiene que la comercialización de
fármacos irregulares representa un grave problema de salud para los pacientes,
ya que podrían estar elaborados con sustancias contaminadas, tóxicas, incluso
haber perdido sus beneficios por un almacenamiento incorrecto.
Lamentablemente, agrega, los grupos dedicados a esta
actividad ilícita se encuentran bien organizados y operan en grandes plantas
que se dedican a imitar los medicamentos que ellos consideran de alto consumo.
Para ello realizan un análisis minucioso en el
comportamiento del mercado de los fármacos para determinar cuáles son los de
mayor potencial para falsificarse, así como los de alto costo que resultan
inaccesibles para muchas familias sin seguridad social.
De ahí que en los últimos años la venta de medicamentos en
sitios no autorizados ha crecido de manera alarmante, pues de acuerdo con la
Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica, los fármacos se ofrecen a los
consumidores hasta 60 por ciento más baratos.
Sin embargo, existe el riesgo de ser robados, estar
caducados y no contar con un manejo adecuado, toda vez que dichos insumos
médicos son consumidos aproximadamente por ocho millones de pacientes, de los
cuales un millón de ellos mueren a causa de la ingesta de este tipo de
medicamentos.
Puntualiza que la venta de medicamentos ilegales se realiza, principalmente, en tianguis y mercados en vía pública, que llegan ahí por robo a laboratorios, farmacias y hospitales; además, se venden productos que otorga el sector salud a los pacientes, pero que ya caducaron.
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