EN MARCHA CONSEJO MEXIQUENSE DE LA CULTURA DE LA LEGALIDAD

· Mexiquenses estarán informados de los derechos y obligaciones que tiene en sus relaciones jurídicas, tanto en el ámbito personal, como en el social.

Aprobó el Congreso del Estado de México la creación del Consejo Mexiquense de la Cultura de la Legalidad, con el que se informará a la población sobre sus derechos y obligaciones que tiene en sus relaciones jurídicas, tanto en el ámbito personal, como en el social; propuesta de los diputados del Sol Azteca, Epifanio López Garnica y Armando Soto Espino. Se desarrollará una actitud crítica de los ciudadanos frente al desempeño de sus representantes y gobernantes aprendiendo a emplear los mecanismos que la propia ley les otorga, para hacer cambios que contribuyan al mejoramiento social. El Consejo Mexiquense de la Cultura de la Legalidad, creará el Programa Anual de Fomento de la Cultura de la Legalidad, cuyo objetivo será planear y coordinar las acciones y estrategias; además de generar los diagnósticos correspondientes para el fortalecimiento del Estado de Derecho, debiendo sensibilizar a la población sobre la importancia de apegarse a la legalidad y el beneficio colectivo que esto conlleva.

El Consejo estará integrado por el Secretario General de Gobierno, quien fungiría como presidente; con consejeros del Poder Legislativo, quienes serán diputados con representatividad de cada uno de los grupos parlamentarios, asimismo, un consejero propuesto por el Poder Judicial, otro tanto por cada órgano descentralizados de la administración pública estatal y otros por cada órgano autónomo con que cuenta el Estado Mexiquense, y diez presidentes municipales, los cuales deberán ser considerados de acuerdo con su afinidad política. Con esto la propia sociedad tendrá mecanismos para que se encargue de obligar a sus funcionarios públicos a cumplir con la ley, debiéndose generar acciones de gobierno para facilitar la queja y denuncia ciudadana, y que sea así la propia sociedad la que se auto-vigile, situación que conllevaría no sólo a la sanción jurídica sino a la sanción social que tendría un individuo al ser mal visto por sus conciudadanos.