Ecatepec para el PRI y Neza para el PRD, es la consigna del Gobierno del Estado de México y de Héctor Bautista, líder de la corriente Alternativa Democrática Nacional (ADN) en el sol azteca.

Tanto miedo le tienen ambos a la candidatura del diputado local Octavio Martínez Vargas a la alcaldía de Ecatepec, que han preferido negociar en la mesa su “no postulación” para evitar la derrota tricolor en la casa del gobernador Eruviel Ávila y el municipio más poblado de la entidad, tras la instrucción precisa del presidente Enrique Peña: no perder ni éste municipio ni la capital mexiquense, así que tampoco debe extrañar una negociación parecida en Toluca con el PAN.

Por lo pronto, para garantizar el triunfo del PRI en Ecatepec, arguyendo cuota de género, ADN ha ofertado postular a la también diputada local Xóchitl Arzola, quien extrañamente, porque ni siquiera realizó el primero, organizó el pasado fin de semana su segundo informe, donde se autodestapó arguyendo que la demarcación ya merece ser gobernada por una mujer. Lo más absurdo del tema no es que Xóchitl Arzola sea de las legisladoras más faltistas del PRD, o que no haya promovido ninguna iniciativa interesante, o que ante los medios de comunicación no sea capaz de hilar por sí misma una sola conferencia de prensa o respuesta a las preguntas planteadas por los reporteros, o que durante su gestión como legisladora no haya hecho nada importante por los ecatepequenses ni por la entidad.

Lo verdaderamente burdo estriba en que de pronto quiere ser candidata a la alcaldía de Ecatepec, pero ¡tiene credencial de elector domiciliada en Nezahualcóyotl y se registró como candidata a diputada federal por la vía plurinominal! Por cierto, Arzola Vargas es también respaldada por el ex alcalde José Luis Gutiérrez Cureño, quien tan sólo un par de semanas atrás fue visto desayunando con el diputado federal priísta Isidro Moreno, quien de igual manera aspira a la candidatura por la alcaldía, en un restaurante de Ecatepec.