martes, 1 de septiembre de 2015
Luis de Tavira, sinónimo de compromiso con un arte vivo que convierte a la comunidad en espectadora de sí misma
Necesitamos artistas con esa lucidez, esa escucha y ese sentido de construcción en favor del arte: Hugo Arrevillaga.
El 1 de septiembre cumple 67 años con 70 puestas en escena en México, Estados Unidos, Italia y Canadá.
Luis de Tavira, uno de los directores más reconocidos en la historia de la escena teatral mexicana, celebra este 1 de septiembre su cumpleaños 67, en un momento de madurez creativa y una suma de experiencias, sabiduría y lucidez, resultado de más de cuatro décadas de trayectoria.
Nació el 1 de septiembre de 1948 en el Distrito Federal. Entre sus recientes montajes destacan Siete puertas, de Botho Strauss (2000); Santa Juana de los mataderos, de Bertolt Brecht (2001); La dama boba, de Lope de Vega (2004); La expulsión (2011), y en este 2015 El infierno, lectura a 11 voces.
Creadores escénicos y actores coinciden que han tenido la oportunidad de trabajar a su lado en alguna de sus más de 70 puestas en escena o que han recibido sus enseñanzas y legado.
Ejemplo de ello es el actor Roberto Soto, quien ha sido dirigido por Luis de Tavira en obras como El círculo de cal y El jardín de los cerezos, que comentó que como director es exigente, busca claridad, ser entendido y sembrar en los actores esa semilla de por qué y para qué tenemos que hacer teatro, qué función tiene. Eso da una perspectiva y una grandeza muy fuerte.
Para el director de escena Hugo Arrevillaga es difícil entender el teatro mexicano, hoy por hoy, sin pensar en la figura del Luis de Tavira. Por ello, aseguró que en estos tiempos necesitamos de artistas como él, con esa lucidez, esa escucha, esa generosidad y ese sentido de construcción en favor del arte.
“Tiene una visión comprometida, apasionada, inteligente, cálida del teatro y eso evidentemente para la generación de la que soy parte ha hecho que veamos su trabajo como algo que nos nutre constantemente en un sentido de reflexión profunda”.
Consideró que todo el discurso escénico que se desarrolla en la actualidad y la postura que los hacedores de teatro tienen frente a las circunstancias que se viven están permeadas en gran medida por el camino que Luis de Tavira y otros grandes maestros como Ludwik Margules, Julio Castillo, entre otras figuras del teatro mexicano, que ponen su labor y su visión sobre el trabajo escénico.
Arrevillaga, quien ha participado como director residente en la Compañía Nacional de Teatro (CNT), encabezada por Luis de Tavira, reconoció la apertura y el respeto que el ganador del Premio Nacional de Bellas Artes 2006 ha tenido con jóvenes directores a los que ha sabido acompañar a partir de una libertad creativa.
“Se necesita de mucha sabiduría para abrirle paso a las nuevas generaciones y alentar el espíritu creativo, no detenerlo, no obstaculizarlo. Es un sentido de una generosa pedagogía artística la que él tiene frente a las nuevas generaciones de escucha profunda, de mucho respeto y no es fácil encontrarse con algo así”.
En el caso del actor Óscar Narváez el encuentro con Luis de Tavira representó la elección del teatro como una forma de vida y el descubrimiento de nuevas posibilidades actorales, ya que dijo, no había tenido la oportunidad de trabajar con él hasta que ingresó a la Compañía Nacional de Teatro y ha sido muy alentador encontrarle en este momento de su plenitud artística y para él ha representado cosas verdaderamente importantes, frases que dice como: Uno no elige al teatro, sino que el teatro lo elige a uno”.
Señaló que para nadie es un secreto que estamos ante uno de los grandes maestros del teatro en nuestro país y su conocimiento y sabiduría aplicada al trabajo artístico permiten a los actores crecer y dimensionar sus capacidades personales.
“Cuando hay la claridad y generosidad artística de un maestro como él, produce en nosotros una facilidad, una recreación y un gozo por hacer lo que estamos haciendo”, dijo el miembro del elenco estable de la CNT.
Cabe señalar que en 2006 Luis de Tavira recibió la máxima distinción que otorga el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, la de Creador Emérito del Sistema Nacional de Creadores de Arte, reconocimiento que ha permitido a los máximos representantes de la cultura en México la realización de obras de excelencia, mismas que han impactado de manera significativa en el desarrollo social, cultural y educativo del país.
Además de dirigir más de 70 puestas en escena, de las cuales realizó 21 estrenos con apoyo del Fonca, entre los que se encuentran: Felipe Ángeles, La honesta persona de Sechuan; Traición y El director de teatro, entre otros, tanto en México, como en Estados Unidos, Italia y Canadá, De Tavira ha desarrollado una labor docente en instancias como el Instituto Nacional de Bellas Artes, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Iberoamericana.
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