miércoles, 30 de diciembre de 2015
67 periodistas han sido asesinados este año por ejercer su profesión
EL PAÍS El pasado 7 de enero, tras el atentado terrorista contra la redacción del semanario satírico Charlie Hebdo, Francia se convirtió en el tercer país con más periodistas asesinados en 2015. Este año han muerto 67 en todo el mundo debido a su profesión, según un informe que publica este martes la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF).
Francia aparece en la lista de países más peligrosos por primera vez en el siglo XXI, con ocho asesinados, superada solo por Siria (10) e Irak (11). Si al conteo final se añadiera la cifra de informadores que han muerto en 2015 sin que las autoridades hayan determinado el motivo, el número de víctimas ascendería a 110. El Comité para la Protección de los Periodistas ha publicado un informe paralelo el mismo día, en el que habla de 69 asesinados. Las cifras difieren por la disparidad en los criterios para incluir a las víctimas en el listado.
“Casi nunca enviamos periodistas a zonas de guerra (…) El 7 de enero fue la guerra la que vino a nosotros”, declaró en octubre el director de Charlie Hebdo, Laurent Sourisseau, Riss. El año pasado dos tercios de los reporteros asesinados en el mundo estaban en zonas de conflicto, según RSF. La proporción se ha invertido en 2015: dos tercios de las víctimas (64%) trabajaban en países que no están en guerra, como Francia, India, México y Filipinas.
México es el séptimo país con más periodistas asesinados este año y el primero de América Latina, con ocho muertos (cinco de ellos sin que el motivo esté esclarecido). Uno de sus casos más emblemáticos es el del reportero gráfico Rubén Espinosa, de 31 años, especializado en la cobertura de movimientos sociales y activista contra las agresiones a la prensa en Veracruz, el Estado más peligroso para el ejercicio de la profesión en ese país y del que había huido tras recibir amenazas. El pasado agosto lo hallaron muerto junto a cuatro mujeres en un piso de Ciudad de México, donde había buscado refugio. Las autoridades barajaron la hipótesis de un robo o de posibles vínculos de las víctimas con el crimen organizado, aunque sus familiares y otros periodistas reclamaron que la muerte de Espinosa se investigara como un asesinato relacionado con su profesión.
Honduras tiene registradas siete víctimas este año, pese a que no se ha precisado el motivo de la muerte de ninguna de ellas. Las cifras de periodistas asesinados por el ejercicio de su profesión en el continente se multiplicarían si se contaran las muertes cuyo móvil se desconoce o no ha sido especificado por las autoridades. La Fundación para la Libertad de Prensa señala que más del 45% de investigaciones por homicidios de periodistas en Colombia, por ejemplo, ha prescrito y ya no serán investigados. En 2015, solo el asesinato de un periodista colombiano se ha vinculado directamente a su actividad profesional, según RSF. Brasil (3) y Guatemala (1) completan el listado latinoamericano de estos crímenes.
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