martes, 15 de diciembre de 2015
Científicos de la UNAM usan microsensores para estudiar a las abejas
LA CRÓNICA Investigadores del Laboratorio Nacional de Análisis y Síntesis Ecológica (Lanase) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), estudian a 500 mil abejas con microsensores para conocer los factores de estrés y su capacidad para polinizar.
El miembro del equipo de investigadores, Víctor Hugo Anaya Muñoz, dijo que los sensores, de tamaño menor a los tres milímetros, se colocan en el tórax de las abejas y se monitorean desde la Estación de Biología Chamela de la UNAM, ubicada en la Reserva de la Biosfera Chamela-Cuixmala, al sur del estado de Jalisco.
El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) informó en un comunicado que la tecnología de seguimiento de las abejas la desarrollaron científicos del Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (CSIRO), con sede en Australia, con quienes se estableció contacto por una iniciativa global que busca el bienestar de estos insectos.
De acuerdo con la página del Lanase, el resultado del estudio permitirá conocer bajo qué condiciones agroambientales, ciertas poblaciones de abejas presentan cambios de comportamiento o variaciones en la fuente de recursos nutricionales, factores que pudieran afectar el tamaño de la población o sus reservas de alimento.
Además, se podrá conocer qué patrones genéticos son los más exitosos para aumentar la producción de una colmena.
El conocimiento que se obtenga del estudio también permitirá crear programas de asistencia, capacitación y mejoramiento genético de las abejas, lo que ayudará a elevar la calidad de la producción agrícola y apícola en México, asegura Lanase.
Otro de los principales motores de la investigación es conocer más sobre el síndrome de colapso de colmena, problema que atañe a las abejas y que provoca decrecimiento en la especie a nivel mundial.
Además, el monitoreo poblacional y genético del decline de polinizadores, con el uso del modelo Apis mellifera, busca establecer la importancia que tienen las abejas e insectos como las moscas, las polillas, las mariposas, las avispas y los escarabajos, en la polinización de cultivos.
Anaya Muñoz mencionó que se enfocaron en el análisis de cultivos como el de calabaza, chayote, chile, pepino, tomatillo, tomate y sandía, por lo que se concluyó que la producción del chayote depende al 100 por ciento de los insectos; la sandía (98 por ciento); el pepino (94 por ciento) y el resto, en menos de 50 por ciento.
Con ello, los especialistas confirmaron la relación directa que guardan los insectos, en especial las abejas, en el proceso de polinización.
Cabe destacar que estos cultivos no son los únicos que dependen de la polinización por insectos, pues el aguacate depende al menos en 80 por ciento de ellos, mientras que el café, en 73 por ciento, y el melón y brócoli, en 98 por ciento.
El investigador advirtió que si continúa el declive de estos insectos polinizadores, se prevé que para 2050 existan en México zonas libres de estos animales, mientras que en otras áreas, donde en la actualidad abundan, la población de estos decrecería de manera abrupta mermando así otros procesos naturales.
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