martes, 15 de diciembre de 2015
"La política de EE.UU. borró del mapa a Yugoslavia, ¿es el turno de un país caribeño?"
RT "EE.UU. llevó a Yugoslavia una democracia que allí no existe. EE.UU. ha gastado 5.000 millones de dólares para llevar la democracia a Ucrania y hoy Ucrania está en crisis. Al final, ni el pueblo de Yugoslavia, ni el pueblo de Ucrania se han beneficiado de esa democracia. Lo mismo pasa con el pueblo de Haití. Pero la lista de los no haitianos que se benefician de la "democracia" de EE.UU. es larga. La Fundación Clinton encabeza este listado", señala la columnista Cynthia McKinney.
McKinney recuerda cómo "EE.UU. llevó la democracia a Yugoslavia para destruirlo". En ese contexto, señala que Robert Baer, exagente de la CIA, ahora admite que le dieron millones de dólares para que sobornara a políticos en Yugoslavia para traicionar los intereses de su país.
"Por supuesto, esta política financiada con mis impuestos, no me ha beneficiado a mí ni a mis vecinos, pero sí ha beneficiado a ciertos individuos, tanto en EE.UU. como en [la ex] Yugoslavia", afirma, explicando cómo la política de Estados Unidos "puede hacer daño a muchas personas, beneficiando a un pequeño grupo, y finalmente llamando a todo eso 'exitoso'".
La columnista hace hincapié en que "la política de EE.UU. en Yugoslavia borró literalmente a ese país del mapa". Y en ese contexto, advierte que "ahora EE.UU. está tratando de llevar su 'democracia' a Haití", mediante la injerencia en la crisis electoral, "porque EE.UU. quiere dictar quién será el próximo presidente", subraya.
"En 2010 la secretaria de Estado, Hillary Clinton, interfirió en los resultados electorales de Haití negando el derecho del pueblo a la libre determinación", denuncia McKinney. Entonces, Cheryl Mills, la representante del Departamento de Estado liderado por Clinton, finalmente "anunció un resultado completamente diferente" de las elecciones dejando boquiabiertos a los representantes de la Comisión Electoral de Haití, aunque "estos no dijeron ni hicieron nada entonces y permitieron ese resultado fraudulento", sostiene McKinney.
Por otra parte, se reveló que la entonces secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, había otorgado a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) una donación de 100.000 dólares a una organización que apoyó para las presidenciales la candidatura de Michel Martelly. Después de su inauguración, uno de los lemas favoritos de Martelly fue 'Haití está abierto para los negocios'. Para la entonces secretaria de Estado, eso se convirtió en un eufemismo. En primer lugar, se reveló que Tony Rodham, hermano de Clinton, logró adjudicarse un contrato de una mina de oro en Haití".
"Otra reciente revelación ha salido a la luz y afirma que la Fundación Clinton tiene un negocio con fines de lucro en Haití. Acceso Peanut Enterprise Corporation, conocida como Acceso Haití, es un proyecto de la Fundación Clinton y del magnate de la minería canadiense Frank Giustra", concluye la columnista.
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