• La diputada Sodi Miranda (PRD) impulsa reformas a la Ley
Federal de Sanidad Animal.
• La iniciativa se turnó a la Comisión de Medio Ambiente y
Recursos Naturales.
La diputada Gabriela Sodi Miranda (PRD) planteó reformas a
la Ley Federal de Sanidad Animal con el objeto de conformar una Comisión
Nacional de Arbitraje Médico Veterinario que, con base en criterios
científicos, profesionales y autónomos, dirima las responsabilidades que tengan
tanto los profesionales de la medicina veterinaria como las y los propietarios
de mascotas.
La iniciativa menciona que la Autoridad Nacional Veterinaria
tendrá a su cargo a la citada Comisión, la cual contribuirá a resolver los
conflictos suscitados entre los usuarios de los servicios médicos veterinarios
y los prestadores de dichos servicios.
Las funciones de la Comisión Nacional serán las de brindar
asesoría e información a los usuarios y prestadores de servicios médicos
veterinarios, dirimir las controversias y atender las quejas que presenten los
usuarios, así como proponer medidas de conciliación, añade.
Define que la Autoridad Nacional Veterinaria es el órgano
desconcentrado de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, que reúne a
los veterinarios y demás profesionales, cuya responsabilidad es supervisar la
aplicación de las medidas de protección de la salud y el bienestar de los
animales, los procedimientos nacionales e internacionales de certificación
veterinaria y las demás Normas Oficiales Mexicanas.
La propuesta, que se canalizó a la Comisión de Medio
Ambiente y Recursos Naturales para su análisis, precisa que los servicios de
medicina veterinaria designan a las personas u organizaciones, públicas o
privadas, que aplican las medidas de protección de la salud y el bienestar de
los animales, y actúan bajo la supervisión y tutela de la Autoridad Nacional
Veterinaria.
Asimismo, establece que son animales urbanos y de compañía
todos aquellos que han atravesado un proceso de domesticación, que han
aprendido a convivir con el ser humano y que les costaría llevar una existencia
alejada de la sociedad humana.
Argumenta que con la revalorización de los animales de
compañía se ha abierto una nueva exigencia en materia de sanidad animal para
contar con altos estándares de gestión; no obstante, los conflictos entre sus
propietarios y las y los médicos veterinarios pueden presentarse cuando alguna
de las partes no actúa éticamente y, al menos en nuestro país, no existe un
órgano gubernamental que permita dirimir estas controversias de manera
imparcial.
Con lo anterior, plantea la iniciativa, se garantizará que las y los usuarios de servicios médico-veterinarios accedan a los más altos estándares de profesionalismo.
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