• Diputada y diputado del PVEM presentan reforma a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente
• En México, se producen cerca de 44.6 millones de toneladas de residuos urbanos
A fin de establecer incentivos
fiscales para las empresas que se comprometan a invertir en procesos de
utilización de residuos, la diputada María del Carmen Pinete Vargas y el
diputado Jorge Luis Llaven Abarca, ambos del PVEM, plantearon reformar el
artículo 22 Bis de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al
Ambiente.
Buscan considerar prioritarias,
para efectos del otorgamiento de los estímulos fiscales, las actividades
relacionadas con la inversión para el desarrollo e implementación de procesos
que utilicen residuos para la generación de productos o aditivos cuyo uso
coadyuve a la reducción del deterioro ambiental proveniente de actividades altamente
contaminantes.
En la iniciativa, enviada a la
Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, consideran necesario no sólo
reconocer las buenas acciones, sino incentivarlas a través de beneficios que
tengan como objeto dar continuidad a las mismas.
De acuerdo con la Organización de
las Naciones Unidas (ONU), cada año se recolecta en el mundo 11 mil 200
millones de toneladas de residuos sólidos, mientras que la desintegración de la
proporción orgánica de estos residuos contribuye aproximadamente al 5 por
ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
En México, según datos
periodísticos, se producen cerca de 44.6 millones de toneladas de residuos
urbanos, de los cuales siete millones son plásticos que acaban en la basura, en
el mejor de los casos, o contaminando los ecosistemas.
Sobre los efectos negativos en el
equilibrio ecológico se sabe que los residuos impactan negativamente en el
medio ambiente y en la salud humana, por lo que es necesario contar con leyes,
políticas, programas y mecanismos que permitan avanzar hacia la solución de la
creciente problemática, añaden.
Pinete Vargas y Llaven
Abarca relatan que a pesar de que hay personas públicas y privadas que se
comprometen a ejecutar tareas a favor del medio ambiente, no siempre existen
los recursos y apoyos para quienes, queriendo hacerlo, no cuentan con una
alternativa económica y administrativamente viable.
La crisis ambiental, derivada del
cambio climático, lleva a generar alternativas que permitan solucionar
problemas existentes, como son los residuos, para que su utilización tenga un
doble beneficio: por un lado, la erradicación de éstos al ser usados en
procesos que, por otro, se convierta en un producto o proceso que impacte
positivamente en el cuidado del medio ambiente.
Dicha propuesta, añaden, no se acota únicamente a incentivar la creación de biocombustibles, sino cualquier otro producto que contribuya a disminuir el impacto de una actividad altamente contaminante; ejemplo de ello podrían ser los residuos textiles que por su alto volumen ya representan un serio problema y que a la fecha no se les ha podido dar un tratamiento adecuado para su reutilización.
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