viernes, 3 de octubre de 2014
La historia de Julio César Mondragón, estudiante asesinado de Ayotzinapa
Proyecto Diez /
Encontré esta historia de Julio César Mondragón, el compañero de Ayotzinapa que fue desollado. Pongo la foto, no para el morbo, sino para que tengamos presente que vivimos en el horror y para que lo sintamos en nuestras vísceras, para que este rostro sin rostro, desde esa imagen de horror, reciba una respuesta de nuestra parte.
En vida se llamaba Julio César Mondragón, estudiante de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, cursaba el primer año de su Carrera Profesional y era originario del Distrito Federal. Era un joven con muchas ganas de estudiar, pero por la falta de recursos económicos de su familia dudo en hacerlo, en su búsqueda de escuelas donde no tuviera que gastar mucho se entero que aquí en Guerrero había una escuela con modalidad de internado en donde no tendría que pagar renta, ni alimentos, y solo gastaría en algunos materiales educativos.
Cuando se enteró de esto no lo dudo más, y emprendió su camino, salió de la Ciudad de México preguntando donde se encontraba la tierra del Ilustre Vicente Guerrero, es decir, buscaba Tixtla, municipio donde se encuentra Ayotzinapa.
Luego de requisitar y aprobar el examen de admisión el día 18 de agosto se presentó a la institución en donde pronto hizo amistad con todos sus compañeros que son de distintas partes del país, pues Ayotzinapa permítanme decirles que alberga a estudiantes de Guerrero pero ademas les brinda oportunidad a jóvenes de estados colindantes.
Luego entonces todo marchaba en orden, hasta que un día sus compañeros le informaron a todos que tenían que ir a la marcha histórica del 2 de Octubre en el DF, una marcha en donde se recuerda la matanza de estudiantes que se manifestaban en ese entonces, claro que para ir tenían que buscar las condiciones para ello, por eso optaron por salir a todo el estado a botear (pedir cooperación), al grupo del “Chilango”, que era como le decían sus compañeros por ser originario del D. F.
Decidió ir a Iguala a recabar recursos. Su mala suerte fue que ese día daba su informe la esposa del Presidente Municipal y Presidenta del DIF , y ese evento los resguardaban, policías federales, estatales y municipales, ademas eran apoyados por la delincuencia organizada.
Luego entonces estas corporaciones, al ver la llegada de esta caravana de vehículos procedentes de Ayotzinapa, persiguieron a los camiones por toda la ciudad, hasta que en una calle lograron cerrar el paso.
Ante eso un estudiante se bajó de camión para solicitarle el libre transito, pues no entendían el por qué del acoso. Se abrió la puerta del camión el estudiante temeroso bajo y disimuladamente vio su reloj, apuntaba las 8:00 de la noche, después de dar 5 pasos más y dirigirse a la patrulla municipal, se oyeron disparos certeros que dieron a la cabeza de estudiante.
Cayó muerto al instante, sus compañeros al ver lo que sucedió y sentir las balas encima, salieron des autobús huyendo de la masacre, entre ellos el “Chilango” que salió junto con un compañero pero las balas de los cuernos de chivo eran mas veloces que su pies.
A unos cuantos metros cayó al piso y sus compañeros vieron cómo lo subieron a una patrulla Municipal. En un inicio pensaron que lo llevarían a un hospital o ya lo peor detenido, pero nunca pensaron lo inimaginable.
Horas mas tarde fue encontrado su cuerpo sin vida y desollado (le quitaron la piel del rostro).
Aquí terminaron las ilusiones de este joven que salió de D. F. y aquí en Guerrero encontró su muerte…”.
*Esta historia la retomamos del blog de Elia Casillas.
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