LA CRÓNICA El presunto responsable del atentado yihadista de la víspera en el sureste de Francia se fotografió con la cabeza de su víctima, revelaron hoy fuentes de la investigación.
El presunto culpable está detenido en dependencias policiales por un periodo máximo de 96 horas y se ha negado a platicar con la policía.
De acuerdo con las fuentes, el presunto autor del atentado, un francés con familia de origen marroquí, Yassin Sahli, habría compartido la imagen a través de la aplicación Whatsapp con alguien con un número de teléfono registrado en Estados Unidos.
La víctima, Hervé Cornara, de 54 años de edad, era un pequeño empresario del sector del transporte, y patrón de Sahli, vinculado a redes salafistas del norte de África, de acuerdo con las indagaciones.
Según un reporte de la policía, Sahli colgó la cabeza de su víctima en una verja de la fábrica de gas industrial que atacó el viernes, junto con banderas islamistas y comentarios en árabe.
La Procuraduría de París informó que se investiga el momento en que Sahli, quien fue detenido durante el ataque a la factoría, decapitó a su víctima.
En el pequeño poblado suroriental de Saint-Quentin-Fallavier, la población celebró este sábado una concentración silenciosa en memoria del fallecido, a la que asistieron sus familiares.
Uno de sus hijos explicó a la prensa que conocía al presunto agresor, y que nunca le había parecido una persona peligrosa.
Salhi, de 35 años, está casado y tiene tres hijos, fue fichado por los servicios secretos franceses y vigilado entre 2006 y 2008 por haberse “radicalizado” con grupos islamistas.
A su vez, la única víctima mortal del atentado es la primera persona decapitada en Francia en un atentado, aunque esta sea una práctica común del grupo Estado Islámico (EI) en Siria e Irak.
El ataque ha causado gran impacto en la opinión pública francesa.
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