lunes, 22 de febrero de 2016
El 90% de los mexicanos favorece etiquetado de alimentos transgénicos
LA CRÓNICA El 90 % de los mexicanos prefiere que se usen etiquetas para informar a los consumidores cuando un alimento es un organismo genéticamente modificado (OGM) o transgénico, independientemente de que su opinión sea a favor o en contra de esa tecnología. Éste es uno de los resultados de la encuesta nacional aplicada por la Universidad de Colima a 14 mil 720 hombres y mujeres de 30 estados de la República.
La investigación lleva por nombre Percepciones y actitudes de la población urbana mexicana sobre la producción y consumo de los organismos genéticamente modificados. Fue coordinada por el doctor Osval Antonio Montesinos López y financiada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), como uno de los proyectos de apoyo para el trabajo de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (CIBIOGEM). En esa Comisión se agrupan las secretarías de Hacienda, Economía, Salud, Agricultura, Medio Ambiente, Educación y Conacyt.
“Independientemente de la región a la cual pertenezcan las personas, consideran sumamente importante el etiquetado de los productos Genéticamente Modificados (GMs). Ya que los porcentajes en su mayoría son superiores al 90%. No existen diferencias significativas entre regiones. Aunque solo alrededor del 63% de los individuos entrevistados leen las etiquetas”, dice el informe final del proyecto, de 800 páginas.
El instrumento o cuestionario aplicado permitió hacer 63 preguntas a cada encuestado y así se midieron diferencias entre regiones sobre la actitud hacia los OGMs. Por ejemplo, ante la pregunta “¿Estás dispuesto a consumir productos transgénicos, junto con tu familia?”, la ciudad de México aparece como la zona donde hay más rechazo a consumir este tipo de alimentos, con 62%, mientras que el rechazo es menor en los estados de Sonora, Sinaloa, Baja California y Baja California Sur donde el rechazo a consumir transgénicos, junto con su familia, es de 47%.
El promedio de edad de los encuestados ronda los 30 años y el nivel de escolaridad promedio fue secundaria terminada.
A pesar de esa preocupación por los posibles efectos a largo plazo en la salud, es un hecho que en todo el país más del 50 % de las personas comprarían productos transgénicos si estos tuvieran menos grasa; más del 50% dijo que los compraría si fueran más baratos y también más del 50% dio que los consumiría si fueran cultivados en ambientes similares a los convencionales.
Sin embargo, si el precio de los productos transgénicos fuera igual al de los alimentos convencionales, sólo 40 % preferiría los transgénicos sobre los convencionales.
OPINIONES CONTRADICTORIAS. A lo largo de los diferentes apartados se presentan datos que muestran una actitud contradictoria de los mexicanos frente a los transgénicos: más del 50% dijo que no sabe con precisión qué significa la expresión Organismo Genéticamente Modificado (OGM), pero en el mismo porcentaje, sin conocerlos, consideran que es una tecnología de alto riesgo.
Cuando se pregunta la opinión que se tiene hacia la ciencia y la tecnología, las respuestas favorables fueron de entre 70% y más del 90% en diferentes estados de la República, pero esto cambia cuando se les pregunta su opinión sobre la Tecnología Genética, donde los niveles de aceptación caen a niveles del 40% y en pocos casos del 60%.
Otro ejemplo de contradicción se presenta cuando se pide opinión de estos cultivos como herramienta para combatir el hambre.
“Independientemente de la región a la que pertenezcan las personas consideran que los cultivos con semillas transgénicas pueden ayudar a incrementar la producción agrícola en México… Además, piensan que no traerán beneficios al medio ambiente, a las familias, a la economía, la calidad nutricional”, señala el informe de la Universidad de Colima.
Entre los diferentes factores sociales que podrían influir en la opinión sobre los transgénicos se puso especial atención al nivel de estudios terminados y a la religión.
Desde el punto de vista de estudios terminados, se observó que las personas con nivel de estudios de licenciatura o mayores fueron quienes mostraron más rechazo a que se promueva el uso de organismos genéticamente modificados en México, aunque en más de la mitad de dijeron no conocer a detalle la tecnología.
El factor de creencias religiosas parece no influir.
“Los resultados sugieren que para todos los niveles de estudio la religión profesada por el individuo no está a favor de la producción de los productos transgénicos para el consumo humano, aunque tampoco prohíbe su consumo totalmente”, afirma el reporte.
Además de las 14 mil 720 encuestas a población general, se implementaron 351 encuestas enfocadas a líderes sociales, académicos y productores del sector agropecuario. En este grupo también se miran opiniones divididas y bajo conocimiento de lo que son los OGMs.
Los resultados detallados del estudio, por regiones, grupos de edad y variables, pueden ser consultados en la página de internet: http://conacyt.mx/cibiogem/index.php/seminarios-en-biotecnologia-y-bioseguridad-de-ogms/resultados-proyecto-percepciones-actitudes
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