En el municipio de Jilotzingo, Estado de México, agentes de investigación de la Procuraduría General de Justicia local, policías estatales y federales, soldados y marinos, aseguraron un narcolaboratorio donde se producían hasta 200 kilogramos de metanfetaminas a la semana y éstas eran distribuidas en el norte del país, de acuerdo a las investigaciones.
Sobre una zona boscosa, se hallaron cuatro tanques, 30 contenedores de metal y 10 de plástico, una báscula, máscaras protectoras, papel aluminio, tres máquinas caseras procesadoras de químicos y 15 contenedores con sustancias químicas para producir droga sintética.
Este narcolaboratorio, ha resultado ser uno de los más grandes que la Procuraduría de Justicia mexiquense ha logrado asegurar y quedó en resguardo de la Procuraduría General de la República.
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