Policía venezolana tomó medidas drásticas, tras la marcha opositora en Caracas

La Policía Nacional Bolivariana (PNB) dispersó hoy, con gases lacrimógenos y agua, una marcha opositora en Caracas, que pretendía llegar hasta la Defensoría del Pueblo, para pedir su respaldo al proceso iniciado por el Parlamento, contra siete magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). En la autopista Francisco Fajardo, la principal arteria vial de Caracas, la PNB usó bombas lacrimógenas y agua, para intentar contener esta manifestación, que provenía desde el este de la capital venezolana y en la que participaban miles de opositores, según constató Efe. El canal en línea Vivo Play, también mostró imágenes con decenas de manifestantes enfrentándose a los efectivos de la fuerza pública, usando piedras y regresando las bombas lacrimógenas. Al mismo tiempo, otro grupo de manifestantes se dispersaron al ver los proyectiles, una decena más retrocedía y otros corrían hacia las vías transversales. Efe comprobó que, en medio de la muchedumbre, los negocios más cercanos a estas vías, cerraron sus puertas. El dos veces candidato a la Presidencia de Venezuela, Henrique Capriles, aseguró a través de la red social Periscope que, ante el impedimento de los cuerpos de seguridad, se desvió hacia la principal avenida de Caracas, del municipio Libertador, junto a otro grupo de personas con el fin de llegar a la Defensoría. El también gobernador del céntrico estado Miranda, afirmó que el Gobierno de Nicolás Maduro, se extendió hacia Caracas a cientos de policías y a miles de personas, en toda Venezuela para impedir las protestas. “Nunca vemos un policía que le den una orden para que luchen contra la inseguridad. El defensor del Pueblo tiene que dejar de ser el defensor del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV, partido gobernante) y tiene que defender la Constitución, tiene que defender al pueblo venezolano”, agregó. Por otra parte, el Parlamento venezolano señaló en su cuenta de Twitter que la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la PNB “reprimen” a los diputados opositores y a la “sociedad civil”. Los enfrentamientos duraron alrededor de una hora, tiempo en el que algunos de los manifestantes, casi todos usando capuchas, armaron trincheras. Miles de simpatizantes del Gobierno se movilizaron, en el mismo lugar y sin contratiempos, en rechazo a lo que consideran un “golpe parlamentario” por parte de la Cámara.