•Ofrecen capacitaciones y piden dejar de lado viejos roles, que frenan el desarrollo de las mexiquenses.
Toluca, Estado de México, diciembre de 2021. La Secretaría de Desarrollo Económico estatal (SEDECO) impulsa el crecimiento de las servidoras públicas, las emprendedoras y las empresarias, ofreciendo a sus trabajadores capacitaciones enfocadas en promover la igualdad y la equidad en el servicio público.
Esta dependencia del Estado de México propicia la inclusión de los hombres para garantizar el respeto y acabar con actitudes que afectan el desarrollo de hijas, madres, parejas o compañeras de trabajo.
Cristina Rodríguez Díaz, coordinadora de Estudios y Proyectos de la Secretaría de Desarrollo Económico, reiteró el llamado del titular de la dependencia, Pablo Peralta García, sobre trabajar unidos en la erradicación de cualquier forma que genere violencia contra las mujeres.
Durante la conferencia “Masculinidades incluyentes”, la funcionaria convocó a las y los servidores públicos a participar con actitudes que impulsen el crecimiento de las mujeres en todos los ámbitos. Acentuó que es necesario su apoyo para construir una sociedad más igualitaria, equitativa y sin discriminación, también para respaldar a sus parejas cuando son emprendedoras y empresarias.
Rodríguez Díaz refirió que para impulsar el crecimiento de emprendedoras y empresarias, así como garantizar la inclusión de los hombres en las tareas de desarrollo de las mujeres, se requiere dejar atrás roles que tradicionalmente propician el machismo.
Comentó que el sector masculino debe esforzarse por romper moldes tradicionales y actuar como hombres modernos, que desarrollan relaciones cercanas con sus descendientes, que comparten con la madre el rol de crianza de los y las hijas, y que no existen diferencias en las responsabilidades del hogar.
La ponente mencionó que entre los beneficios que tiene la masculinidad incluyente está asumir mayores responsabilidades en el cuidado de las personas, favorecer el crecimiento personal, aumentar la autoestima y mejora la calidad de las relaciones en lo público y privado. También permite formas justas de vivir en sociedad y despierta el respeto de los hijos al compartir las labores domésticas y su cuidado.
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