• El Diputado Carrillo Soberanis (PVEM) impulsa cambios a la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial.
El Diputado Juan Luis Carrillo Soberanis (PVEM) presentó una
iniciativa que reforma y adiciona el artículo 403 de la Ley Federal de
Protección a la Propiedad Industrial, con el fin de aumentar al doble las
sanciones para quien falsifique una marca con fines de especulación
comercial.
De esta forma, se impondrían de seis a 20 años de prisión y
multa de cuatro mil a un millón de Unidades de Medida y Actualización (UMA),
vigente al momento en que se cometa el ilícito. Actualmente, la sanción es de
tres a 10 años de prisión y una multa de dos mil a 500 mil UMA.
La propuesta, turnada a la Comisión de Economía, Comercio y
Competitividad para dictamen, precisa que el incremento de la penalidad busca
disuadir la práctica de dicho delito y promover el consumo responsable y la
sostenibilidad.
En su exposición de motivos, el legislador refiere que, de
acuerdo con estadísticas de la Cámara Nacional de la Industria de
Transformación (CANACINTRA), México ocupa el cuarto lugar mundial y el primer
sitio en América Latina en los delitos de piratería y contrabando, lo que
genera el equivalente a 1.25 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Asimismo, la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) documentó que la piratería ocasiona
daños severos a la economía de un país, menoscabando la innovación,
investigación, crecimiento económico y posicionamiento de las marcas locales
legalmente establecidas.
Por ello, el Diputado Carrillo Soberanis manifiesta que
esta actividad crea una economía paralela que daña las finanzas públicas y la
disponibilidad de recursos para el desarrollo.
Por su parte, la Organización Mundial de Comercio define a
la piratería como la reproducción no autorizada de materiales protegidos por
derechos de propiedad intelectual (como derechos de autor, marcas de fábrica o
de comercio, patentes e indicaciones geográficas) con fines comerciales.
Señala que la
proliferación de productos apócrifos se ha convertido en un desafío a nivel
internacional. Menciona que esta actividad abarca diversos sectores, desde la
moda y la electrónica, hasta los medicamentos y las piezas de automóviles,
impactando principalmente a las empresas legítimas y a los productores y
comercializadores de productos originales y locales.
Subraya que no se trata de una defensa superficial de las
marcas, sino de un acto de responsabilidad y legalidad para éstas, pues “son
las empresas legítimas quienes invierten recursos en investigación, desarrollo
y marketing para crear y posicionar productos originales, viendo afectados sus
ingresos, lo que puede resultar en recortes de su planta laboral y dificultades
financieras que impactan negativamente a la economía nacional”
Agrega que la piratería también pone en riesgo la salud y la
seguridad de los consumidores, quienes confían en la autenticidad de los
productos que adquieren, especialmente alimentos y medicamentos.
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