· 12.7 por ciento, de las más de dos millones de personas que trabajan en el campo mexicano, son mujeres.
La Senadora Susana Harp Iturribarría advirtió que las
mujeres jornaleras agrícolas padecen una situación de inequidad, desigualdad,
discriminación y desventaja, pues la Ley Agraria vigente no las considera en
operaciones de venta o arrendamiento de los derechos de una parcela ni gozan de
los ingresos generados por ello.
Tradicionalmente son los hombres quienes deciden la
inversión, el gasto familiar, el porcentaje de ahorro y, si se da el caso, la
parte a la que puede tener acceso la cónyuge o la concubina por la venta de
las producciones agropecuarias, lo que genera una situación de “servidumbre” de
la mujer campesina, señaló la legisladora de MORENA.
Para garantizar los derechos patrimoniales de las jornaleras
agrícolas, Harp Iturribarría propuso modificar Ley Agraria para que las esposas
o concubinas de poseedores de tierras ejidales, tengan la posibilidad de
adquirir los derechos de parcelas, y puedan decidir y beneficiarse a partes
iguales por su arrendamiento o venta.
La senadora consideró la conveniencia de esta iniciativa,
turnada apara su análisis a las comisiones de Reforma Agraria y de Estudios
Legislativos, ante datos oficiales que indican que 12.7 por ciento, de las más
de dos millones de personas que trabajan en el campo mexicano, son mujeres.
Ellas, expuso, cumplen jornadas laborales de hasta 13 horas
y casi ninguna goza de seguridad social, además de que el cuidado de los hijos
y del hogar se considera su obligación, lo que incrementa sus jornadas hasta a
19 horas diarias, sin olvidar que un alto porcentaje depende económicamente de
su cónyuge ejidatario y trabajan sin gozar de salario.
No obstante, su importante labor, la norma vigente permite a
los ejidatarios vender sus derechos parcelarios con el único requisito de
notificar de ello a la esposa, sin obligación de avisarle del precio de venta
ni la forma de pago; además, el ejidatario puede vender el patrimonio sin la
obligación de compartir el ingreso generado por la operación.
Esta iniciativa, subrayó Susana Harp Iturribarría, tiene por
objetivo garantizar los derechos patrimoniales de las mujeres jornaleras
derivados de los que obtienen por el régimen matrimonial de mancomunidad, también
llamado sociedad conyugal.
“Es indispensable avanzar en el acceso a la protección
social de las mujeres jornaleras agrícolas, garantizar una vida libre de
violencia y discriminación por razones de género y proteger sus derechos
patrimoniales”, concluyó la senadora.
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