La izquierda mexicana, dividida por su permanencia en el Pacto por México

La izquierda mexicana, dividida por su permanencia en el Pacto por México El exalcalde del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, denuncia que el PRD no ha puesto a debate la conveniencia sobre el acuerdo. SONIA CORONA México.

La izquierda mexicana permanecerá en el Pacto por México aunque a algunos de sus militantes no les guste. Los líderes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) han decidido que esta fuerza política continuará en el acuerdo con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, para sacar adelante las reformas estructurales, al menos mientras no se apruebe la reforma energética propuesta por el mandatario que esta semana cumple un año en el poder. Al final del Congreso Nacional perredista, que se ha celebrado en Oaxtepec (Estado de Morelos, centro del país) este fin de semana, la izquierda mexicana ha logrado acuerdos sobre su rumbo para el próximo año, pero también ha acumulado discrepancias en torno a su permanencia en el Pacto. Las diferencias las ha denunciado Marcelo Ebrard, el exalcalde de la Ciudad de México, quien ha acusado a la dirigencia del partido de tomar decisiones unilateralmente, principalmente sobre la permanencia del PRD en el Pacto. Ebrard ha anunciado que impugnará ante el Tribunal Electoral las resoluciones aprobadas durante la reunión. "Vamos a seguir dando la lucha, ahorita lo que nos importa es cuál es el futuro de este partido, un partido que está en esta ambigüedad, que está en una posición donde en el Congreso no se nos permite hablar, tiene que haber una transformación en el partido", ha dicho. Ebrard ha propuesto en varias ocasiones al PRD salir del Pacto por México para demostrar una verdadera fuerza de oposición frente al PRI-Gobierno y a la derecha mexicana. Tras el rechazo a su petición, el exalcalde de la capital mexicana ha anunciado que buscará el apoyo de Cuauhtémoc Cárdenas, fundador y líder sin par en el PRD, para movilizar al partido hacia su transformación como un partido de izquierda. “No me voy del PRD, seguiré en la lucha”, ha comentado a los periodistas al terminar el Congreso Nacional, dejando claro que participará en la elección, el próximo marzo, para dirigente del partido. Ante las acusaciones de Ebrard, Jesús Zambrano, actual líder del PRD, ha comentado que el Congreso Nacional de su partido fue “legal y legítimo”. "No tiene ninguna posibilidad de ser cuestionado", ha expresado. Además insistió en que los militantes participaron libremente durante el fin de semana y hubo discusiones abiertas entre todas las corrientes al interior del partido, contrario a lo que denunció Ebrard. A pesar de las diferencias entre las distintas corrientes dentro del partido, los miembros de la izquierda mexicana estuvieron de acuerdo en exigir una consulta ciudadana sobre la reforma energética y reunir un millón 600.000 firmas para lograrlo. El PRD se mantiene en una postura en contra de modificar la Constitución mexicana para abrir el sector energético a la inversión privada, incluso su actual líder, Jesús Zambrano, ha expresado que la aprobación de la reforma energética del presidente Peña Nieto sin la participación de la izquierda rompería definitivamente el Pacto. Los perredistas también aprobaron el cambio a los estatutos internos del partido para permitir la reelección de antiguos dirigentes. Esta opción abre la posibilidad a que Cuauhtémoc Cárdenas pueda volver a ser el líder de la izquierda mexicana, como lo fue en la década de los años 90. La semana pasada, el fundador del PRD expresó su interés por regresar a la dirigencia del partido, sin embargo, él mismo se descartó ante los asistentes al Congreso. La reunión de los militantes del principal partido de izquierda en México dejó claro a Cárdenas que tiene las puertas abiertas para regresar, ya que han decidido que será la dirigencia actual la que elija si el proceso de elección del nuevo líder será por voto directo, indirecto o candidatura única. Voces dentro de la izquierda mexicana han destacado la labor de Cárdenas al unificar a varias corrientes de su partido para oponerse a la reforma energética.