Javier Sicilia considera "de lo más digno" que autodefensas usen arma

Javier Sicilia considera "de lo más digno" que autodefensas usen armas El activista mexicano a favor de la paz dijo que "es legítima cualquier defensa" cuando el Estado no da seguridad y justicia a su ciudadanos

(CNNMéxico) — Después de dos años del asesinato de su hijo y de marchar en varias ocasiones contra la violencia, el activista mexicano Javier Sicilia consideró legítimo y “de lo más digno” usar armas para la autodefensa. “Me parece de lo más digno que alguien tome una pistola para decir: ‘no van a cortar mi dignidad ni la dignidad de una comunidad’”, dijo Sicilia en entrevista con la agencia EFE. El poeta consideró que “es legítima cualquier defensa”, “por un principio de dignidad”, cuando el Estado no da seguridad y justicia a sus ciudadanos. Las declaraciones del fundador del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), que recorrió varias ciudades de México y Estados Unidos para pedir un alto a la violencia, ocurren a fines de un año que han aparecido grupos de autodefensa en distintos puntos de México. El fenómeno de las autodefensas se concentra en Michoacán, estado del occidente del país, donde grupos en los municipios de Buenavista y Tepalcatepec han defendido sus levantamientos en armas como una defensa ante los grupos del crimen organizado locales, particularmente contra Los Caballeros Templarios. “La no violencia funciona con gente racional. Gandhi no hubiese funcionado en la Alemania nazi”, dijo Sicilia a EFE. “Nosotros hemos tratado de hacerlo funcionar, pero parece que por más que hacemos… no”. Sicilia, quien se convirtió en activista por la paz después del asesinato de su hijo Juan Francisco en marzo de 2011 en Morelos, en el centro del país, aseguró se podría “prescindir de las armas” en México solo “si la gente saliera” a protestar contra el Estado en “una resistencia civil pacífica”. En febrero de este año, cuando se conoció el surgimiento de varios grupos de autodefensa, Sicilia consideró “legítimos” a estos grupos ante la “inoperancia del Estado”, pero advirtió que podían representar un peligro si en realidad no son grupos de autodefensa. También advirtió que estos grupos podían trabajar juntos con el Estado, cuyo “monopolio de la violencia (ya) no funciona”, según dijo. En agosto de 2012, durante la Caravana por la Paz del MPJD en Estados Unidos, cuestionó la permisividad sobre la tenencia de las armas en el país, particularmente en cuanto a las “armas de exterminio, no de defensa”. “Me espanta y me da terror”, dijo Sicilia al salir de un mercado de armas en Albuquerque, Nuevo México. Sobre la actual violencia en el país, el poeta aseguró que “todos tienen buena parte de la responsabilidad”, incluido el presidente Enrique Peña Nieto, a quien ha pedido en varias ocasiones mayor presupuesto para la Ley de Víctimas y hacer de la reivindicación de las víctimas de la violencia una prioridad del gobierno. La sociedad (tanto de México como de Estados Unidos) “no es capaz de levantarse y unificarse para decir basta”, mientras que los medios de comunicación “han sido cómplices de este silencio”, añadió Sicilia. El activista participó en la presentación de un documental sobre su historia ya la del Movimiento por la Paz. Durante la exhibición del video ante periodistas, Sicilia salió de la sala para no verlo de nuevo, según EFE. Dijo que verlo una vez fue para él “revivir mucho dolor, una gran fatiga”. A mediados de noviembre, en entrevista con CNN en Español, Sicilia consideró que las autoridades en México y Estados Unidos ya no eran reticentes a dignificar a las víctimas, pero añadió que aún son lentas. “Lentamente hemos ido rompiendo la reticencia, no la cautela, pero ya podemos comenzar a hablar de manera más franca con instancias que antes eran reticentes… Mi problema es con la timidez. Se gasta demasiado dinero mientras la gente sigue muriendo”, dijo en Washington D.C., donde participó en una mesa redonda sobre drogas en América organizada por la Organización de Estados Americanos (OEA). Sicilia reiteró sus demandas de legalización de drogas y control de armas como medidas contra la violencia.