"A mí me dijo un policía que no dijera nada porque si no iba a matar a mi familia completa, junto con mis hijos; luego me hincó y me obligó a que le hiciera sexo oral".
Natalia Berenice Hernández, una joven de Chihuahua torturada y abusada sexualmente de forma tumultaria por policías para que aceptara un cargo de extorsión, alcanzó la libertad este miércoles tras pasar dos años y medio en prisión.
Tres jueces de Ciudad Juárez absolvieron el pasado 12 de septiembre a la joven de 27 años del delito de extorsión por 36 dólares en agravio a un comerciante.
De acuerdo con su abogado, Antonio Ribera, ese día fue trasladada del Centro de Readaptación Social Femenil (Cefereso) a instalaciones de la fiscalía estatal, en donde la obligaron a permanecer a la espera de que se recabaran más pruebas en su contra, hasta que finalmente fue liberada.
"Finalmente se le hizo justicia", dijo Rivera.
A la salida de las instalaciones de la fiscalía estatal, Hernández relató parte del infierno que sufrió desde el momento en el que fue detenida hasta el ingreso al penal. "A mí me dijo un policía que no dijera nada porque si no iba a matar a mi familia completa, junto con mis hijos; luego me hincó y me obligó a que le hiciera sexo oral" mientras que otro uniformado "me violó por mi vagina", una escena que se repitió varias veces, dijo.
"Yo grité, pero las esposas las tenía bien apretadas y les dije que si me iban a matar que lo hicieran de una vez. Uno de ellos me dijo que ellos eran los que mataban mujeres y las enterraban por allí, y me desvanecí en dos ocasiones", rememoró la Hernández quien presentó una denuncia ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
La tortura en México por otro lado, ha sido constantemente denunciada por organizaciones internacionales como una práctica que no es aislada entre cuerpos policiacos.
El gobierno mexicano "carece de voluntad política" para erradicar la tortura, dijo en un informe reciente AI.
Con información de AFP
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