lunes, 3 de noviembre de 2014
"Sin medidas urgentes, el desastre climático es inevitable"
© deviantart.com / roxybw
Según recientes estudios científicos, la crisis económica no puede servir de excusa para aplazar las medidas dirigidas a combatir el cambio climático, ya que de no ser aplicadas ahora, las consecuencias pueden ser irreversibles.
Mientras durante mucho tiempo las medidas para reducir las emisiones de dióxido de carbono y mitigar el cambio climático se consideraron opuestas al crecimiento económico, el reciente informe 'La nueva economía climática: Mejor crecimiento, mejor clima' publicado por la Comisión Global sobre la Economía y el Clima, demuestra lo contrario, explica el economista Michael Spence, en su artículo 'Crecimiento en la nueva economía climática' publicado por 'Project Syndicate'.
El experto asegura que a pesar de que la fragilidad de la recuperación económica global se utiliza con frecuencia como justificación para retrasar la aplicación de medidas para luchar contra el cambio climático, el informe citado llega a la conclusión de que estas iniciativas no solo no son perjudiciales para el crecimiento, sino que pueden estimularlo de forma considerable y en el futuro próximo.
Si las medidas se aplazan 15 años o más, los objetivos para mitigar el cambio climático serán imposibles de alcanzar a cualquier precio
Según el economista, si el mundo sigue la tendencia actual, dentro de tres o cuatro décadas –o incluso menos– los niveles de CO2 atmosférico alcanzarán unos registros tan altos que alterarán los patrones climáticos de tal manera que las consecuencias para el medio ambiente y los sistemas económicos y sociales serán catastróficas.
A su vez el informe asegura que actuar ahora sería mucho menos costoso que esperar. Los costes netos de la reducción de emisiones de CO2, en términos de crecimiento, ganancias y otros índices económicos y sociales no son tan elevados a corto y medio plazo. Y, dado que conocemos las consecuencias de la existencia de un nivel elevado de carbono en el medio ambiente, la salud y la calidad de vida, los costes pueden ser negativos.
No obstante, las medidas deben tomarse de forma urgente, ya que "si se aplazan 15 años o más, los objetivos para mitigar el cambio climático serán imposibles de alcanzar a cualquier precio". Asimismo, el informe citado por el experto advierte de que a pesar de que la colaboración internacional seguirá siendo un factor importante en la lucha contra el cambio climático, no debe ser la razón para detenerla.
Spence concluye su artículo recordando que después de que la ciencia haya resuelto las dudas sobre los riesgos del cambio climático y se hayan refutado los argumentos a favor de la inacción se dan las condiciones necesarias para emprender acciones decisivas.
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