Empresario acosó a reportero de CNN por descubrir su red de contrabando

En Monterrey, Nuevo León, el empresario Javier Cano Sánchez amenazó y demandó al reportero de la cadena estadunidense CNN Víctor Badillo para que no publique un reportaje sobre un millonario contrabando que supuestamente realiza en complicidad con funcionarios de la Secretaría de Salud (SSa) federal, acoso que obligó al periodista a integrarse al Mecanismo de Protección de Periodistas de la Secretaría de Gobernación (Segob). Según la investigación, Cano Sánchez se ostentó como distribuidor exclusivo de la empresa norteamericana Riverside Publishing y gracias a ello logró vender al Gobierno federal un equipo que introdujo al país de contrabando, el cual se utilizará en un programa oficial para medir el crecimiento sano de niños menores de 5 años. Riverside Publishing produce la prueba de desarrollo infantil conocida como Batería Battelle. Con ese producto, un panel de expertos del Instituto Nacional de Perinatología, Hospital Infantil de México Federico Gómez y el Seguro Médico México Siglo XXI desarrollaron el programa del Gobierno. Badillo se infiltró en la red de funcionarios y médicos y logró documentar que el empresario vendía la Batería Battelle al doble de su precio con el argumento de “los altos impuestos que se pagaban por internar ese producto a México”. Badillo pudo comprobar que Javier Cano no pagaba los “altos impuestos” ya que introdujo a México el producto de contrabando al presentar el cargamento como libros didácticos de la SSa. Para tener pruebas de sus denuncias, el periodista solicitó información a la Secretaría de Salud estatal en la administración de Rodrigo Medina. Fue cuando el empresario comenzó a amenazar a Badillo. Y pese a que el periodista ya cuenta con protección, Cano Sánchez sigue mandando mensajes a su teléfono móvil amenazándolo a él y su familia. » El empresario interpuso dos demandas contra el periodista: una ante la PGR, el 2 de junio 2015, en la que lo acusa de robar un video de la Secretaría de Salud federal. » La segunda la interpuso el pasado 28 de diciembre ante la Procuraduría de Nuevo León, por el delito de difamación. » A las demandas se sumaron amenazas que fueron enviadas al celular de Badillo. Una de ellas fue contra su hija. El número de donde proviene el acoso es el mismo que Cano Sánchez registró ante las procuradurías para imponer sus demandas.