Investigadores españoles y mexicanos realizaron una encuesta nacional sobre educación sexual entre mexicanos y al menos nueve de cada 10 personas indicaron que han realizado algún tipo de conducta sexual en línea; 40 por ciento más que los españoles entrevistados.
A principios de mayo, Mario Antoine, de 34 años, se declaró culpable de engañar a decenas de mujeres al pedir que se desnudaran frente a una webcam como parte de un casting para una película pornográfica, lo que en realidad quería el residente de Kansas, en Estados Unidos, era tener relaciones sexuales con ellas vía internet.
Recientemente investigadores de la Universidat Jaume 1 de Castellón y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) estudiaron el comportamiento de los mexicanos y el cibersexo como parte de una encuesta nacional sobre educación sexual, única en su tipo.
El objetivo principal de la muestra era estudiar las diferencias o similitudes de la conducta sexual online entre países de Europa y México.
El 80 por ciento de los mexicanos entrevistados respondió que han recurrido al internet para buscar temas sobre sexo y sexualidad.
La encuesta, realizada por internet, estuvo compuesta por mujeres y hombres de 15 a 83 años de edad y determinó que nueve de cada 10 mexicanos han realizado algún tipo de conducta sexual online.
Jesús Castro, investigador de Universidat Jaume 1 de Castellón, agregó: “El 40 por ciento de los mexicanos afirmó haber mantenido conversaciones sexuales con otros usuarios a través de chat y el 35 por ciento a través de webcam y ese porcentaje superaría ampliamente el que hemos documentado en España que giraría en torno al 20 por ciento”.
El 63 por ciento de los mexicanos consultados consume cibersexo de forma recreativa; 36 por ciento lo hace de manera de riesgo, es decir varias horas al día pero aún puede controlar la conducta; y el uno por ciento de los mexicanos se considera adicto al cibersexo.
“El cibersexo puede ser un medio para lograr la satisfacción sexual para lograrnos enriquecer sexualmente, pero es cierto que bajo ciertas circunstancias el cibersexo puede acabar resultando problemático”, aseguró Jesús Castro, investigador de Universidat Jaume 1 de Castellón.
Al final, aseguran los investigadores, puede bastar con un click para acceder al placer.
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