jueves, 5 de diciembre de 2013
"He soñado con este día durante cuarenta años"
Víctimas de las torturas de 'Billy el Niño' relatan frente a la Audiencia Nacional sus experiencias con el ex inspector de la Brigada Político y Social
ALEJANDRO TORRÚS Madrid.
Parecía que el día nunca iba a llegar, pero llegó. Alrededor de 100 activistas por la memoria histórica y victimas de la dictadura han acudido esta jueves a la puerta de la Audiencia Nacional para apoyar la causa abierta en la Justicia argentina que investiga los crímenes de la dictadura. Para muchos de ellos, este jueves era un día señalado en rojo en el calendario. Tenía que sentarse frente al juez Ruz el ex inspector de la Brigada Político y Social Antonio González Pacheco, alias 'Billy el Niño', y el ex Guardia Civil Jesús Muñecas. La "cara de placer al golpear", los "insultos" y "las técnicas de tortura" del ex inspector aún perviven en la cabeza de muchos de los que hoy se han dado cita en la protesta.
Entre ellos, se encontraba Luis Miguel Urbán, quien reconoce que ver a 'Billy el Niño' entrar a la Audiencia Nacional a declarar por sus presuntas torturas es un "sueño hecho realidad". Urbán conoció a González Pacheco hace 40 años cuando fue detenido por novena vez por pertenecer a la Liga Comunista Revolucionaria, le acusaban de asociación ilícita y propaganda ilegal. Su cara nunca se le olvidó. "Mientras me golpeaba se 'descojonaba' y me decía que no iba a salir de allí en la vida", recuerda hoy Urbán.
En su memoria ha quedado grabado para siempre la buhardilla de la Dirección General de Seguridad, actual sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid. "Era una habitación donde no podías ni ponerte de pie por la altura del techo. Allí me hicieron de todo. Hubo momentos en los que pensé que 'Billy' tenía razón y que no saldría de allí. Me desmayé varias veces. De hecho, recuerdo como el médico que me acompañaba dijo una vez a los tres torturadores que estaban conmigo que si no tenían cuidado este preso se les iba", señala Urbán, que recuerda que su máxima obsesión era que no detuvieran a su mujer. "Llevábamos tres meses casados", afirma.
"Fernando, ¿has aprobado ya el COU?"
Fernando Navarro también ha decidido esta mañana acudir a la Audiencia Nacional para ver si podía ver de nuevo la cara de aquel inspector de la Brigada Político y Social que le torturó. Este hombre, que actualmente tiene 66 años, fue detenido en el Instituto Simancas por participar en una asamblea de estudiantes. Era el 21 de enero de 1973 y los estudiantes protestaban la suspensión de una convocatoria de exámenes para aprobar COU.
"Antes de empezar la asamblea llegaron como 20 grises y detuvieron a 18 de nosotros. Me llevaron a la Dirección General de Seguridad y tras tomarme declaración Ballesteros, me entregaron a 'Billy el Niño'. Era un hombre con cara desagradable, greñas en el pelo y pinta de estudiantes 'progre'", recuerda hoy Navarro.
Los próximos recuerdos de Navarro del ex inspector ya no serían de su físico. "Me preguntó si estuve en la asamblea, yo lo negué y entonces me dio un puñetazo en la puerta del estómago y me cogió de los testículos. Después puso mi cabeza encima de un radiador y comenzó a golpearme por todo el cuerpo. El interrogatorio duró tres horas y se repitió al día siguiente. Finalmente, salí de allí con una multa que después me quitaron porque mi presencia en el instituto estaba justificada", asegura Navarro.
No obstante, esta no fue la única que vez que Navarro vio a José Antonio González Pacheco. Unos meses después, cuando se disponía a entrar al metro Santo Domingo (Madrid) se encontró con una placa de policía en su cara. Era la de Antonio González. "Fernando, ¿has aprobado ya el COU?", le espetó. Entonces, fue detenido y llevado de nuevo a la Dirección General de Seguridad. No obstante, en esta ocasión no sufrió torturas. "Solo permanecí dos días desnudo en una celda de aislamiento", sentencia.
"Queremos que rinda cuentas ante la Justicia"
Felisa 'Kutxi' Echerroyen explicó a Público las torturas que recibió de 'Billy el Niño' el día que la Justicia argentina lo imputó y envió una orden de detención internacional por el delito de torturas. Entonces, explicó como el 8 de octubre de 1974, cuando tenían 26 años, cinco policías, entre ellos Billy el Niño, irrumpieron a golpes en su casa. "Me cogieron de los pelos y me llevaron hasta la ventana. Me pusieron de espaldas a ella y comenzaron a interrogarme y a golpearme. Pensé que me iban a lanzar", relató a Público. Presa del pánico, Felisa comenzó a gritar pidiendo auxilio. Billy el Niño cogió un pañuelo y se lo metió en la boca a golpes.
"La primera noche fue terrible. La pasé entre golpes, palizas y careos con otros detenidos. Negué conocer a todos ellos, menos a uno. Era mi marido", relató Felisa, que señala que el segundo día cayó presa del pánico y sufrió un ataque de nervios que la dejó completamente rígida. "Los policías se asustaron porque no me movía y me llevaron al médico. Gracias a eso, el segundo y el tercer día no me pegaron. Se ocuparon de mí los policías que hacían de 'buenos'", recuerda.
Hoy, Felisa ha acudido a la puerta de la Audiencia Nacional para verle la cara a aquel que la torturó. Quería decirle, como tantos otros, que ella está en la calle mientras él iba a ser procesado por sus delitos. Pero el despliegue policial no ha permitido que las víctimas se acerquen a la puerta de la Audiencia Nacional. Aún así, Felisa reconoce encontrarse "emocionada", pero con reservas.
"Nunca pensé que llegaríamos tan lejos cuando comenzamos la querella argentina. Es la primera vía que se abre en este país para se juzgue a los torturadores de la dictadura. Esperamos que el proceso de extradición se cierre en un periodo de tiempo más o menos corto y que pueda actuar la Justicia", asegura Felisa, que señala que su intención no es encarcelar a Pacheco sino que, simplemente, rinda cuentas ante la Justicia como cualquier otro ciudadano.
La tortura no es exclusiva de Pacheco
En la manifestación de este jueves de las víctimas de la dictadura se encontraba también el histórico dirigente del PCE Victor Díaz Cardiel. Este hombre conoció en la Dirección General de Seguridad a 'Billy el Niño' aunque jamás fue interrogado por él. "Lo vi porque por aquel entonces se pasaban a conocer a los detenidos que ellos consideraban que tenían una cierta importancia", relata Díaz, que recuerda para Público sus estancias en la buhardilla de la DGS.
"Me acuerdo que lo primero que hicieron fue quitarme la correa y los cordones de los zapatos para que no me ahorcara. Después cuando comenzaban los interrogatorios me vapulearon ente seis y ocho agentes hasta que perdí el conocimiento. Me pusieron las esposas y me hicieron andar de rodillas. Por eso, no tenía ningún miedo a que me tocara 'Billy el Niño' porque todos eran igual de animales que él", asegura Díaz Cardiel, que fue detenido en 1965, 1973 y en 1976
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