miércoles, 4 de diciembre de 2013

Un hombre sobrevive tres días atrapado en el fondo del Atlántico

Los buzos descendieron a un remolcador naufragado para recuperar cadáveres y "¡una mano les agarró!" 72 horas atrapado en el fondo del mar
Lagos, Nigeria. (AP).- Atrapado en una cabina de un remolcador hundido en el fondo del Atlántico durante tres días, Harrison Odjegba Okene rezaba a Dios pidiendo un milagro. Este cocinero nigeriano sobrevivía gracias a una menguante reserva de oxígeno que había quedado en una bolsa de aire de la embarcación, naufragada y hundida frente al delta del Níger. Un vídeo del rescate de Okene, que tuvo lugar el mayo pasado, subido a internet hace más de seis meses se ha convertido ahora en viral y ha dado la vuelta al mundo esta semana. En el fondo del mar la temperatura era gélida y Okene sólo tenía unos pantalones cortos. Rezaba el último salmo que su esposa le había enviado en un mensaje al móvil: "Oh Dios, por tu nombre, sálvame... El Señor sostiene mi vida." Okene sigue pensando que su rescate, después de 72 horas de quedar atrapado a 30 metros de profundidad, es una señal divina. Los otros 11 marineros que viajaban en el Jascon 4 murieron. Los buzos descendieron hasta la embarcación pensando que sólo iban a recuperar cadáveres. Cuando un buzo encontró una mano, asumió que era de un cadáver y se dispuso a tirar de él, pero "¡la mano agarró al buzo!", según explica el responsable del rescate. "Todos nos asustamos. El hombre que estaba atrapado no sabía qué estaba pasando. Y para el buzo fue un shock que una mano le agarrara mientras buscaba cadáveres". En el vídeo se puede oír la exclamación de miedo y sorpresa del salvador de Okene. Y, a continuación, la alegría. "Tuvo una suerte increíble. No quedaba mucho aire en la bolsa de aire y le habría quedado poco tiempo...". El naufragio del remolcador de tanques de petróleo en el delta del Níger se produjo el 26 de mayo a las 4.30 de la madrugada. De golpe, la embarcación dio una sacudida repentina y se dio la vuelta. "Me quedé aturdido, todo estaba oscuro y el impacto me lanzó de un lado para otro", ha explicado Okene a una televisión nigeriana. Mientras el remolcador se hundía y se llenaba de agua, Okene logró encontrar un chaleco salvavidas y dos linternas. Localizó una cabina que le pareció segura y se dispuso a esperar repasando su vida: recordó a su madre, a sus amigos y, sobre todo, a la mujer con la que se había casado cinco años antes y con la que todavía no había tenido hijos. También pensó en el resto de la tripulación, diez nigerianos y un ucraniano, y se preocupó mucho cuando oyó el sonido de peces -tiburones o barracudas- comiendo y disputándose una gran pieza de comida. Leer más: http://www.lavanguardia.com/sucesos/20131204/54395806778/hombre-atrapado-fondo-atlantico.html#ixzz2mUC72VKl Síguenos en: https://twitter.com/@LaVanguardia | http://facebook.com/LaVanguardia

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