© REUTERS Felipe Costa
Huelgas de funcionarios, protestas en las calles, invasiones de terrenos cercanos a estadios, arreglos de última hora en las obras o delincuencia, son solo algunos de los problemas que enfrenta Brasil a 18 días del inicio del Mundial de Fútbol.
Los preparativos de la Copa del Mundo 2014, que se jugará del 12 de junio al 13 de julio, serán los más caros de la historia. En comparación con las dos últimas ediciones, el valor de la versión brasileña del torneo triplica los gastos de Alemania 2006 y cuadruplica los de Sudáfrica 2010.
El total de las inversiones en infraestructuras para el Mundial asciende a unos 10.008 millones de dólares, incluyendo 2.744 millones de dólares en aeropuertos y 256 millones de dólares en puertos, según organizaciones no gubernamentales.
Sin embargo, a medida que se acerca el día en el que empezará a rodar el balón, aumentan los problemas en Brasil. Apenas dos de los 12 estadios estuvieron listos en los plazos determinados por la FIFA, mientras que muchas obras de aeropuertos y se retrasaron y otras tuvieron que descartarse.
El elevado gasto en los estadios del Mundial y la falta de inversiones en servicios públicos fue uno de los motivos de las protestas multitudinarias que han tenido lugar en todo el país durante los últimos meses.
Por su parte, el gobierno brasileño descartó la posibilidad de que se produzca una ola de huelgas durante la cita mundialista.
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